Amelia Earhart, 75 años después
Es uno de los grandes misterios que siempre han seducido la imaginación de los estadounidenses, el paradero de Amelia Earhart (1897-1937), una piloto aviador pionera que desapareció en el Pacífico hace 75 años y que ya entonces era una celebridad nacional. Para tratar de resolver esta incógnita, el gobierno de Estados Unidos participa en una operación que intenta dar una respuesta. El detonante ha sido el análisis de una fotografía que podría inducir a pensar que se estrelló en una isla del Pacífico.
Amelia Earhart, una auténtica heroína por sus cualidades y espíritu, forma parte de la herencia cultural norteamericana, la que entronca con su espíritu más aventurero y decidido, el de las grandes gestas. La piloto desapareció en 1937 después de salir de Papúa Nueva Guinea en un avión Lockeed Electra en una misión para circunnavegar el mundo a través del ecuador, la ruta más larga. Ella y su acompañante, Fred Noonan, nunca más fueron encontrados pese a una búsqueda intensiva.
Ella representa el espíritu de Estados Unidos, confiado, optimista y listo para liderar en un mundo lleno de riesgos, peligroso e incierto. Pocos como Amelia Earhart inspiraron confianza y ofrecieron esperanza a la gente para atreverse a hacer realidad los sueños de una forma decidida, audaz y enérgica. En tiempos de la Depresión, cuando todo estaba por descubrir, Amelia se elevó con su avión y sus sueños por encima de todos para ofrecer un ejemplo que trasciende los años. Por eso su figura se engrandece con el tiempo.
La gente del grupo The International Group for Historia Aircraft Recovery (Grupo Internacional para la Recuperación de Aviones Históricos) está ultimando una misión submarina para el mes de julio, después de encontrar una fotografía de la isla Nikumaroro, de Kiribati. La imagen, que fue tomada en 1937, muestra algo similar a una ‘burbuja’, sin embargo al analizarla parece que es el tren de aterrizaje de la Electra, lo que para ellos es una evidencia ‘convincente y circunstancial’, por lo que se han comprometido a buscar en toda la zona.
Esta fotografía fue tomada por una expedición británica, sin vínculos con Earhart, que buscaba una isla deshabitada para un posible asentamiento. El reto es desentrañar los misterios que rodean a su desaparición, entre ellos saber si Earhart y Noonan murieron rápidamente, o como algunos creen, vivieron como náufragos.
Robert Ballard, el oceanógrafo que descubrió los restos del Titanic en 1985, así como el USS Yorktown y el Bismarck de la Segunda Guerra Mundial, también ha ofrecido su apoyo a la misión aunque piensa que es prácticamente imposible encontrar el avión de Amelia, ya que la zona en la que supuestamente se estrelló es aun más grande que las áreas en donde se ha buscado anteriormente. Para esta misión, que tiene un carácter nacional, el gobierno ayudará en el análisis de las fotografías y la negociación con Kiribati. Toda la operación de búsqueda será financiada por donantes privados.
The International Group for Historia Aircraft Recovery intentará verificar la hipótesis según la cual Amelia Earhart y su acompañante Fred Noonan, que abandonaron Nueva Guinea rumbo a las Islas Howland en el sur del Pacífico el 2 de julio de 1937, habrían intentado aterrizar en la isla Gardner, un atolón de las islas Kiribati (Pacífico), hoy conocido con el nombre de Nikumaroro, lo que encajaría con las nuevas pistas.
Los investigadores de TIGHAR volverán a Nikumaroro a bordo de un barco de investigación de la Universidad de Hawai, equipado para hacer mapas e investigar el área de búsqueda bajo el agua con pequeños robots submarinos.
Quizá pronto averigüemos el destino final de Amelia Earhart, uno de los últimos grandes misterios del siglo XX.