El precio de los libros
Existe un debate mundial acerca de cómo los libros pueden competir en la actualidad con otras formas de ocio: las redes sociales, el cine, los videojuegos, las series de televisión, los smartphones y sus aplicaciones, Wassap, el ligoteo online, etc.
Por supuesto, no es nada fácil porque muchas de esas opciones se pueden conseguir gratis y enganchan a las generaciones más jóvenes con un entretenimiento muy adictivo en el que no es necesario poner en funcionamiento muchas neuronas. En cualquier caso, también es posible leer gratis o muy barato (hay bibliotecas y constantes ofertas). El problema está en que la lectura requiere un mayor esfuerzo intelectual, pero también económico, dado que las novedades editoriales más interesantes no siempre son baratas. De hecho, hay que rascarse el bolsillo y alimentar la cuenta bancaria si se quiere leer libros nuevos y buenos.
Además, hay servicios de suscripción de lectura, como Scribd, 24symbols, Readify, Nubico, etc. Plataformas en las que es posible encontrar novedades para leer en e-book por una cuota mensual muy asequible.
Entonces, ¿por qué no lee más la sociedad? ¿por qué sólo leemos los lectores habituales? Es evidente que falta cultura lectora, sobre todo en países como España (aunque en Estados Unidos tampoco vendría mal que se aumentaran los índices de lectura actuales); faltan alicientes en los precios, pero también alicientes publicitarios, sociales, fiscales, comerciales y medidas pedagógicas que potencien la lectura (precisamente debajo de estas líneas propongo con entusiasmo dos tutoras de lectura. Seguro que más de uno se apunta…).
La promoción de los libros, de la lectura, de nuevos conocimientos y del esfuerzo de pensar, son asignaturas pendientes de las sociedades modernas. Que los gobiernos, universidades, escuelas, instituciones, familias, etc, hayan desatendido el fomento de la lectura está en la base de que no se lea más y mejor.
Hoy más que nunca necesitamos hacer atractiva la lectura de libros, pero no únicamente, también la compra de libros, porque es el camino correcto para apoyar que haya escritores de calidad, libres, independientes y capaces de enriquecer intelectualmente a la literatura y a quienes leen sus libros.
No se trata tanto de los precios de los libros como de valorar los mismos y de hacer posible que los lectores descubran aquellos autores y novelas capaces de seducirles desde sus páginas.
Por si da resultado, buscaré más tutoras literarias. A ver si esto se anima… A modo de incentivo…