En el marco del Manhattan Institute, en el corazón de Wall Street, George W. Bush ha hecho unas declaraciones verdaderamente importantes, que merecen la máxima atención.
Sus palabras son todo un aviso a navegantes, hacia aquellos que aprovechando la crisis financiera actual, pretenden introducir elementos socialistas en el sistema o abandonar directamente el capitalismo para fundar no se sabe muy bien qué. Son personajes, como el presidente español Zapatero, quienes aún no se han enterado de que la cumbre de Washington no va a discurrir por donde ellos creen. Se trata de encontrar fórmulas que permitan el desarrollo dentro del sistema capitalista, respondiendo eso sí a los desafíos actuales con medidas innovadoras y valientes que permitan un progreso más justo para todos. Pero no se trata de abandonar el capitalismo.
Por su importancia, se transcriben a continuación algunas de las ideas y frases del discurso de Bush, una defensa del capitalismo americano y del riesgo de sobrerregulación:

«La crisis no es un fracaso del sistema de libre mercado. Y la respuesta no es tratar de reinventar el sistema…El capitalismo no es perfecto. Puede ser sujeto de excesos y abusos. Pero es de lejos la manera más eficiente y justa de estructurar la economía…La historia demostró que la mayor amenaza a la prosperidad económica no es la falta de implicación gubernamental en el mercado, sino el exceso de regulación…Muchos países europeos tenían reglas mucho más amplias en el control hipotecario que EE.UU, y aún así experimentaron problemas casi idénticos a los nuestros…El libre mercado es el mejor sistema para lograr crecimiento económico…Es cierto que en esta crisis se han producido fallos, pero no supone un fracaso del sistema de libre mercado, y la respuesta no debe ser reinventar ese sistema, sino solucionar los problemas y hacer las reformas necesarias al mismo tiempo que se avanza en los principios del libre mercado que han proporcionado prosperidad y esperanza a la gente de todo el mundo…Las medidas que se acuerden deben estar encaminadas a solucionar los problemas más que a «desmantelar» un sistema que ha contribuido a mejorar la vida de millones de personas en todo el mundo…el intervencionismo por parte de los gobiernos «no es la panacea».
Puso de ejemplo la inviabilidad del sistema socialista al expresar que:
“El comunismo soviético mató de hambre a millones de personas, envió un imperio a la bancarrota y se derrumbó definitivamente junto al Muro de Berlín…El triunfo del capitalismo de libre mercado se demostró a través del tiempo, la geografía, la cultura y la fe. Y sería un terrible error permitir que unos pocos meses de crisis socavaran 60 años de éxitos…Si buscan crecimiento económico, oportunidades, justicia social y dignidad, el sistema de libre mercado es el camino. El triunfo del capitalismo de libre mercado ha quedado probado en el tiempo y sería un terrible error permitir que unos meses de crisis socaven 60 años de éxitos».
En cuanto al tiempo para esperar resultados a los programas emprendidos contra la crisis, Bush hizo hincapié en que “la tormenta económica no se desarrolló de un día para otro, y tampoco se solucionará de la noche a la mañana», y señaló que “las acciones emprendidas por los países en las últimas semanas están teniendo cierto impacto…En alguna medida la estabilidad está volviendo a los sistemas financieros de todo el mundo… aunque se necesitará más tiempo para que estas mejoras se asienten y todavía nos quedan más días difíciles por delante, pero EE.UU y nuestros aliados estamos adoptando las medidas adecuadas para superar la crisis».
Respecto a la reunión del G20 de este fin de semana, recordó que “sólo es la primera de otras reuniones que todavía han de celebrarse los próximos meses…la tarea encomendada es demasiado amplia para completarse en una única cumbre, por lo que deberán producirse una serie de encuentros tras la reunión de Washington…Los líderes que asistirán a la reunión de este fin de semana coinciden en la necesidad de hacer frente a la actual crisis y establecer los fundamentos que contribuyan a evitar una crisis similar en el futuro”.
Bush ha señalado la necesidad de que los mercados financieros sean más transparentes, y establecer una regulación apropiada apropiada para los sofisticados productos financieros, incluyendo la posibilidad de controlar la negociación de las garantías frente a impagos (‘credit default swaps’) a través de un organismo centralizado en vez de mercados sin regular.
En suma, que se establezcan los principios para adaptar nuestros sistemas financieros a las realidades de los mercados del siglo XXI.
Bush ha sugerido que los líderes del G-20 deberían considerar una mejora de las normativas contables para garantizar que los inversores comprenden el valor de los activos que adquieren, al mismo tiempo que se mejora la regulación para reducir los riesgos para el conjunto del sistema. También se ha mostrado a favor de que instituciones como el Fondo Monetario Internacional (FMI) o el Banco Mundial, incrementen la presencia de las economías emergentes elevando su poder de voto, ya que objetivamente su contribución al sistema se ha incrementado.

En esencia, es una declaración de principios y una defensa firme del libre mercado. Bush demuestra así que su compromiso con la nación, como Presidente, es firme y sigue siendo un líder que marca la pauta, y la marcará hasta el final.
Un discurso valiente y necesario del Presidente Bush.