Desastres Naturales
Un año más, en 2012, los desastre naturales han sido cada vez más frecuentes y han provocado cuantiosas pérdidas económicas, materiales y humanas. Las fuertes tormentas y tornados que asolaron Estados Unidos en marzo y finales de abril, junio y julio integran los cinco desastres que han sido más costosos para las aseguradoras en 2012, generando cada uno de ellos un desembolso de 2.500 millones de dólares.
En total, los desastres naturales costaron a las aseguradoras 65.000 millones de dólares el año pasado, y de ellos es Estados Unidos el país que paga el 90% de ese importe. Las consecuencias de la supertormenta Sandy, con daños en cientos de hogares en Nueva York, New Jersey y Connecticut, entre otros lugares, elevó de forma considerable esta cuenta.
Según ha informado la compañía Munich Re AG, el costo económico total en 2012 por desastres naturales en todo el mundo, incluyendo daños o pérdida de bienes no asegurados, ascendió a 160.000 millones de dólares, en comparación con los 400.000 millones del año previo, por lo que el total por daños a bienes asegurados registró una cifra récord cuando se produjeron los devastadores terremotos en Japón y Nueva Zelanda.
La sopertormenta Sandy, que azotó las zonas costeras del este de Estados Unidos a finales de octubre, mató al menos a 125 personas en territorio estadounidense y 71 en el Caribe, y los estados de Nueva York, New Jersey y Connecticut fueron los más afectados.
Los daños a bienes asegurados tras el paso de Sandy se calculan en 25.000 millones de dólares, y las pérdidas totales en 50.000 millones, aunque aún son cifras estimativas y están sujetas a cambios. Esto convierte a Sandy en el desastre más costoso de 2012. Con todo y eso, no podemos minusvalorar otros desastres naturales en Estados Unidos, que también contribuyeron a que el país asumiera el 90% de los costes por pérdida de bienes asegurados y el 67% de las pérdidas totales.
Del impacto colosal de los desastres naturales, para cuyas consecuencias toda preparación y prevención se queda escasa y es una prioridad nacional, quedan reflejados en el coste económico que implican. Así, durante la última década, los daños en bienes y propiedades en Estados Unidos representaron en promedio el 57% de las pérdidas aseguradas y el 32% de los costos totales anualmente. Otro de los fenómenos que ha impactado en las cuentas y en los bienes ha sido la prolongada sequía registrada en varias regiones de Estados Unidos el verano pasado, que produjo la segunda cuenta más grande de 2012 para las aseguradoras.
En 2013 habrá que estar alerta porque si algo sabemos es que los desastres naturales van en aumento y seguirán provocando enormes pérdidas económicas, materiales y humanas. Es un factor que cada vez pesa más en el diseño de las políticas de seguridad ciudadana y que no podemos menospreciar en absoluto. Los riesgos son demasiado pavorosos como para quedarse cruzados de brazos.