El libro de Eli
En un mundo post-apocalíptico, en el que no existe la ley, un misterioso caminante tiene la misión de proteger un libro que podría ser la clave para salvar a la raza humana.
Es el nudo argumental de “El Libro de Eli”, la última película de los hermanos Albert y Allen Hugues y de uno de los grandes actores de Hollywood, y me refiero a uno de los escasos que demuestran calidad y excelencia en sus trabajos: Denzel Washington, con dos Oscars en su poder, como secundario en Tiempos de gloria, y principal por Training Day.
La película se rodó en New Mexico y ha sabido captar una perfecta estética apocalíptica, de una forma muy cuidada y acertada.
“El Libro de Eli” se encuadra en ese tipo de cine, cada vez más escaso, que trata de transmitir algo más que entretenimiento, un mensaje para personas inteligentes o que aún quieren y pueden pensar por sí mismos. El propio Denzel Washington ha manifestado acerca de su personaje: “Nunca había hecho o visto nada parecido a esta película. Y, además, me ofreció la posibilidad de aprender artes marciales, estudiar el aspecto espiritual del filme e incluso trabajar, por primera vez, en mi carrera con dos directores a la vez”.
Y es que el personaje de Denzel, un solitario héroe que lleva recorriendo el desierto en que se ha convertido la Tierra durante los últimos 30 años, en dirección Oeste, protegiendo un valioso libro en su mochila, es la perfecta descripción del héroe individual estadounidense, con profundas creencias religiosas, una poderosa fe que impulsa sus acciones, y una personalidad que irradia seguridad en torno a él.
“El Libro de Eli” despliega un argumento que mantiene el interés del espectador mediante una narración cinematográfica de alta calidad. Con ser esto importante, no es lo único. Su mensaje y las ideas que inspira en torno a la religión, la fe, el medio ambiente, y las creencias personales, tienen un papel relevante y significativo, que cada espectador deberá asimilar en conciencia.
La película se convierte así en una magnífica parábola sobre el bien, el mal, y el consumismo sin límites, que en la sociedad actual puede calar en algunos sectores bien preparados intelectualmente, pero que a otros les resultará especialmente molesto.
“El Libro de Eli” ambienta el escenario de la acción en un futuro cercano, en un planeta Tierra que ha sido devastado por la fuerza del sol, que ha matado a la mayoría de la población mundial, y cegado a un considerable número de supervivientes. Un punto de arranque más realista de lo que pudiera parecer y que se enmarca entre los grandes desastres naturales o provocados por el ser humano.
Hay varios elementos esenciales en la película que destacan por su simbolismo. El personaje de Washinghton, duro, solitario, determinado en su propósito; es la fuerza del individuo y de la fe frente a la adversidad. El Libro que protege y lee cada día, núcleo del argumento. Y una espada y un arco, que son las armas con las que se defiende sin piedad de cualquier ataque en el largo camino por ese mundo arrasado. La película nos ofrece la violencia, la sabiduría, la fe, el conocimiento, las armas, y la libertad individual, como elementos básicos de civilización frente a un mundo degradado.
La banda de asaltantes a las órdenes de Carnegie (Gary Oldman) son los enemigos del solitario caminante, ya que desea conseguir el libro y un texto que les permitirá controlar el mundo y la sabiduría. Nuevo mensaje: los falsos profetas y sus desmedidas ambiciones para controlar a las personas y las riquezas.
“El Libro de Eli” se convierte también en un homenaje al Western y a esos elementos tradicionales que han estado presentes en la evolución de este país. La película muestra sin ambages el mal y el bien en toda su dimensión, sin medias tintas, porque es algo que existe en el mundo tal cual, pese a que algunos sectores se empeñen en justificar determinados males.
La presencia del sol a lo largo de la película es otro elemento imprescindible que se incorpora al lenguaje visual, en el que prima lo grisáceo y sepia en todo, imprimiendo carácter a ese mundo apocalíptico, que ha quedado reducido a polvo y escombros, mientras los supervivientes conviven con la contaminación, la escasez de agua potable y una decadencia moral que ha desembocado en una violencia extrema que tiene a las mujeres como víctimas.
Denzel Washington se erige en Eli, el héroe, guerrero y profeta, en ese protector del último ejemplar del “libro” que podría salvar a la Humanidad, y que en realidad somos todos nosotros.
En suma, “El Libro de Eli” nos presenta un thriller de acción en un mundo en ruinas, envuelto en un mensaje moralizante y que trata la religión con respeto, algo que a algunos sectores les incomoda en su intolerancia ideológica. Pero también contiene buenas dosis de romance y drama, así como un mensaje ecológico evidente y de freno al consumismo desatado que lleva a la destrucción, elementos que componen una película completa, digna de ver, y que busca hacer pensar al espectador.
Director: Albert y Allen Hugues.
Intérpretes: Denzel Washington, Gary Oldman, Mila Kunis, Ray Stevenson, Jennifer Beals.
EE UU, 2009.
Fotografía: Don Burgess.
Edición: Cindy Mollo.
Diseño de producción: Gae S. Buckley.
Distribuidora: Sony Pictures
Productoras: Silver Pictures, Alcon Entertainment
Duración: 118 minutos.
Ciencia-ficción
Trailer El libro de Eli
(The Book of Eli) – Trailer 2 Subtitulado
‘The Book of Eli’ Trailer
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