Según un reciente estudio de la Universidad Queen Mary, de Londres, beber jugo de remolacha reduce drásticamente el riesgo de enfermedades cardíacas y accidentes cerebrovasculares. Una excelente noticia que demuestra una vez más que los hábitos de vida sanos están en la base de una buena salud en las personas.
El ingrediente clave de este zumo de color rojo brillante es el nitrato, que reduce la presión arterial, minimizando el riesgo de sufrir problemas coronarios y cerebrales. De acuerdo a los resultados del estudio llevado a cabo, los pacientes que bebían un vaso de jugo de remolacha al día reducían significativamente la presión arterial desde tan sólo 24 horas después.
Los investigadores de William Harvey Research Institute, de la Universidad Queen Mary, compararon a pacientes que recibieron un vaso de 250 ml de jugo de remolacha al día, con los que tomaron tabletas de nitrato. El resultado fue que los dos métodos son igualmente exitosos en la reducción de la presión arterial.

Esto es así porque los nitratos que se producen naturalmente en la remolacha son la causa de sus efectos beneficiosos, debido a que producen un gas conocido como óxido nítrico en la sangre, que ensancha los vasos sanguíneos y las arterias, y disminuye la presión arterial.
Es suficiente una pequeña cantidad de jugo, sólo 250 ml, para tener este efecto, y cuanto mayor es la presión arterial al inicio del tratamiento, mayor es la disminución provocada por los nitratos.
La Asociación Americana del Corazón también publica en su revista que estos efectos benéficos sobre la presión sanguínea podrían hacer posible que se utilice el zumo de remolacha como tratamiento.
Los resultados del estudio son muy esperanzadores, ya que la hipertensión afecta a millones de personas en el mundo, y además potencia otras enfermedades, como las cardíacas, las cerebrovasculares e insuficiencias renales.
Por si esto no fuera suficiente para animarse a tomar zumo de remolacha, además ésta aumenta la fortaleza, como puso de manifiesto un estudio de la Universidad de Exeter, que concluyó que beber un vaso de zumo durante una semana aumenta la resistencia un 16%.
Una fortaleza extra que viene bien sea cual sea la actividad que cada uno desarrolle.