Las propuestas políticas de Trump
La primera visita de Donald Trump a Washington D.C. desde que tuvo que dejar la Casa Blanca fue importante por el discurso que ofreció ante el America First Policy Summit, en el que desgranó 42 propuestas de sus políticas de America First. Una carta de presentación anticipada de su candidatura a las elecciones presidenciales de 2024.
Durante meses, el equipo de colaboradores más cercanos a Trump ha trabajado con él para poner a punto esta serie de propuestas que integran un programa de gobierno realista y acorde con las ideas que lleva defendiendo desde hace años en una variedad de temas fundamentales para el presente y el futuro de Estados Unidos: la educación, la economía, el empleo, la energía, la Segunda Enmienda, la seguridad fronteriza, la integridad electoral, la ley y el orden, entre otros.
Tal y como nos recuerda Trump a menudo, antes de hacer América grande otra vez, necesitamos hacer América segura de nuevo. De ahí que en su discurso enfatizara la importancia de apoyar a los departamentos de policía en todo el país y fomentar una cultura que respete la aplicación de la ley y el orden:
“Tenemos que devolverle a nuestra policía su autoridad, recursos, poder y prestigio. Dejen en paz a nuestra policía. Déjenles hacer su trabajo. Devuélvanles su respeto. Ellos saben qué hacer. Tenemos que permitirles que lo hagan”, declaró Trump con firmeza.
Tiene todo el sentido porque sin ley y orden se ha demostrado que el país se va por un sumidero de políticas socialistas desastrosas. Además de brindar a los oficiales de policía las herramientas que necesitan para tener éxito en su trabajo, la propuesta política de Trump pedía la restitución de las “políticas de parar y registrar en las ciudades”, y agregó que es imperativo quitarles las armas a los delincuentes: “Si eres un delincuente convicto y tienes un arma, estás fuera de las calles”. Trump también propuso fortalecer la “inmunidad calificada y otras protecciones para nuestros oficiales de policía”.
Con la mirada puesta ya en el nuevo Congreso de mayoría republicana que previsiblemente saldrá en noviembre de las urnas, Trump pidió a los próximos legisladores que asumirán sus cargos en enero, que pongan a disposición fondos de emergencia para la contratación de agentes de policía en todo el país, ya que muchos departamentos enfrentan problemas de personal y presupuesto: “Necesitamos el mayor aumento en la contratación de oficiales de policía en la historia de los Estados Unidos, para tener más policías en las calles que nunca antes, caminando a cada paso”.
Como parte esencial de la propuesta de seguridad, Trump abogó por un grupo de trabajo conjunto sobre delitos violentos encabezado por el Departamento de Justicia y el Departamento de Seguridad Nacional, que se concentraría en “destruir” las pandillas e imponer “penas severas” a esos grupos violentos que tantas muertes causan.
El plan de Trump propone medidas enérgicas contra los traficantes y narcoterroristas, incluida la pena de muerte. Con una epidemia de drogas y crimen en todo el país que se cobra la vida de miles de estadounidenses cada año, ello tiene todo el sentido y es lo adecuado: «Ejecutas a un narcotraficante y salvas 500 vidas. Es hora de ser brutalmente duros con los traficantes y los cárteles narcoterroristas que están robando más de 200.000 vidas estadounidenses al año», recordó Trump.
Dado que las leyes de libertad bajo fianza laxas y las políticas blandas contra el crimen de los demócratas han provocado la anarquía y la violencia en muchos estados y áreas metropolitanas, Trump afirmó que el gobierno federal debe intervenir. Si los políticos demócratas radicales de izquierda a nivel estatal y local se niegan a proteger la seguridad pública y, en cambio, sueltan a los delincuentes y criminales para que se aprovechen de la gente inocente, entonces el gobierno federal no tiene más opción que intervenir. En las actuales circunstancias, el gobierno federal no sólo tiene ese derecho, sino que tiene el deber de utilizar todas las herramientas, facultades y poderes constitucionales a su alcance para defender a los ciudadanos.
Trump puso en el punto de mira y denunció el caos de las políticas de fianza sin efectivo y destacó el momento en que el representante por Nueva York Lee Zeldin, que es el candidato republicano a gobernador en Nueva York, fue atacado en un mitin de campaña y, horas después, su atacante fue puesto en libertad en las calles sin pagar fianza. No es una excepción. De acuerdo a un estudio publicado en el Wall Street Journal, la mayoría de los asesinatos en Baltimore son cometidos por sospechosos que legítimamente deberían estar en prisión, pero que en cambio deambulan libremente bajo el gobierno demócrata. Sucede lo mismo en otras muchas ciudades gobernadas por dirigentes demócratas muy blandos e ineficaces contra el crimen.
El próximo Congreso y el próximo presidente deberían tomar medidas enérgicas contra esta deriva de violencia sin control. Para Trump es una prioridad y está en sintonía con lo que queremos millones de ciudadanos estadounidenses.
Otra propuesta de ley y orden de Trump busca abordar a los fiscales radicales y racistas que no respetan las leyes que brindan seguridad y plena protección a los ciudadanos y cuyas oficinas deben ser investigadas por el gobierno federal por sus violaciones sistemáticas de los derechos civiles. En áreas donde el estado de derecho ha sido quebrado, el caos es rampante y los derechos más básicos de los ciudadanos han sido violados. Trump sugirió en su discurso que el gobierno federal movilice a la Guardia Nacional, sin la luz verde de los gobernadores, para lograr el orden y la legalidad.
A partir de la décima propuesta política, Trump se centró en Chicago, donde la norma es que disparen a decenas de personas semanalmente. Así lo explicaba: “Otras 60 personas fueron tiroteadas en Chicago durante el fin de semana. Esto no puede continuar más. Se han considerado y probado todos los demás enfoques, y sólo queda una opción. El próximo presidente debe enviar a la Guardia Nacional a los vecindarios más peligrosos de Chicago hasta que se pueda restablecer con éxito la seguridad, lo que puede suceder en cuestión de semanas”.
Trump no sólo se centró en la ley y el orden, también presentó planes para abordar la falta de vivienda, y enfatizó que los vagabundos necesitan ir a los refugios. La propuesta plantea que los enfermos mentales necesitan ir a instituciones a largo plazo, y los drogadictos sin hogar necesitan ir a rehabilitación, o si fuere necesario y procedente, a la cárcel: “Pero donde sea que vayan, entregar nuestros parques y aceras a locos no es una opción”.
La propuesta sugiere establecer ciudades de tiendas de campaña en las afueras de las áreas metropolitanas, donde se llevarían profesionales médicos, sanitarios, psiquiatras, psicólogos y especialistas en rehabilitación de drogas para ayudar a las personas sin hogar, los enfermos mentales y los drogadictos a recuperar su salud y vivir de nuevo en el buen camino: “Construir millones de unidades de vivienda, o alojar a personas sin hogar en hoteles de lujo, que cuestan una fortuna y no tienen profesionales médicos o de rehabilitación disponibles, es inútil”, afirmó Trump.
Para abordar estos problemas, Trump pidió al próximo Congreso que apruebe un paquete de reformas de salud pública, seguridad pública y salud mental, y agregó que estará encantado de ayudar a hacer campaña para cualquier proyecto de ley que se enfoque en este trabajo.
Trump fue firme en la defensa de la Segunda Enmienda y en la necesidad de restaurar el derecho a la autodefensa: “El gobierno federal necesita proteger agresivamente el derecho a la autodefensa en todas las jurisdicciones donde ahora está amenazado. Si es necesario, el Congreso debería aprobar una legislación que estimule a la Administración Biden a actuar”. También propuso reciprocidad de porte de armas oculto.
Entre sus propuestas, también destacó la importancia de que el gobierno en todos los niveles actúe sobre “los estatutos existentes para detener la sexualización pervertida de los niños menores» y destacó a los «enfermos» que están forzando y enseñando contenido sexual a los niños o proporcionando bloqueadores de la pubertad a niños pequeños. Sostuvo que estas personas “no sólo están involucradas en actos de depravación; en muchos casos, están infringiendo la ley y deben rendir cuentas por completo”.
También criticó el actual sistema educativo, afirmando que la burocracia “corrupta” debe ser demolida y los niños de Estados Unidos deben ser “liberados” de educadores de izquierda radical, además de proteger los “derechos de los padres”.
La educación centra precisamente gran parte de sus propuestas de medidas estrictas para impulsar un sistema adecuado en Estados Unidos: “En todo el país, debemos implementar prohibiciones estrictas sobre la enseñanza de material racial, sexual y político inapropiado a los escolares de Estados Unidos en cualquier forma. Y si los burócratas federales van a impulsar este radicalismo, deberíamos abolir el Departamento de Educación”.
En otro tema capital, Trump enfatizó la importancia de la seguridad fronteriza, y propuso que cuando el Partido Republicano obtenga la mayoría del Congreso, se asegure de que no se utilicen más fondos para “implementar la Agenda de Fronteras Abiertas de Joe Biden y obligarlo a deportar a los inmigrantes ilegales que ahora se niega a deportar”. Además, pidió a los republicanos que comiencen de inmediato a sentar las bases para implementar la seguridad fronteriza legítima en el proyecto de ley de gastos de septiembre. Trump también enfatizó que el próximo presidente del Partido Republicano debe volver a implementar el programa “Permanecer en México”, nuestros acuerdos de Tercero Seguro, restricciones de asilo, iniciativas mejoradas de deportación rápida, aumento de recursos militares, y que deben ser instalados permanentemente. Asimismo, solicitó fondos para lograr el mayor aumento jamás visto en el número de nuevos oficiales de agentes fronterizos (ICE). Propuso implementar estos aumentos de personal para eliminar a aquellos inmigrantes ilegales que se quedan más tiempo de lo que permiten sus visados. Defendió la necesidad de un sistema de multas y fianzas financieras para que las personas que se quedan más tiempo sufran consecuencias financieras significativas. En este contexto, la Guardia Nacional también podría emplearse para ayudar a encontrar y expulsar a los criminales extranjeros ilegales que entran al país. Trump propuso penas más severas, incluidas penas de prisión más largas para los infractores de inmigración reincidentes con el fin de dejar claro que si incumplen nuestras leyes de inmigración, estarán enfrentando un momento duro, y agregó: “Esto solía llamarse la Ley de Kate, en honor a Kate Steinle, quien fue asesinada a tiros en San Francisco en la flor de su vida por un extranjero ilegal con cinco deportaciones previas. Pero queremos ir aún más duros que la Ley de Kate para enviar un mensaje al mundo de que las fronteras de Estados Unidos están cerradas para los infractores de la ley”.
Trump pidió “una mejora drástica de las sentencias” para los infractores de la ley de inmigración a fin de disuadir de aventurarse en los Estados Unidos a aquellos que tengan un pasado de delitos sexuales: “Cada muerte a manos de un extranjero ilegal criminal es completamente prevenible, todo esto es algo prevenible. Debemos detener la invasión en nuestra frontera sur». Es toda una declaración de intenciones.
Trump ha propuesto la pena de muerte para los narcotraficantes y los traficantes de personas, algo que reduciría el nivel de ambos delitos graves en un 50%: “Los republicanos en el Congreso deben dejar en claro que, bajo su mando, ni un solo centavo del dinero de los contribuyentes se destinará a financiar la frontera abierta de Joe Biden, es una agenda enfermiza”.
La economía y la inflación también están en el eje de su agenda política. Con una inflación récord en 40 años que está esquilmando los bolsillos de la clase trabajadora, Trump enfatizó que “debemos salvar nuestra economía y detener la inflación que paraliza a las familias estadounidenses”.
Otra propuesta enfatizó la “necesidad del país de salvar el deporte femenino” de las intromisiones de los hombres transgénero. Criticó el impulso reciente para permitir que los hombres biológicos participen en deportes femeninos: “Básicamente, todo lo que quiero decir es que se necesita cerebro, sentido común y comprensión a nivel de biología de quinto grado para darse cuenta de que esto es descaradamente injusto ¡Mantengamos los deportes femeninos, femeninos!”.
Entre la amplia lista de propuestas, Trump pidió que las teorías radicales de raza y género, así como la corrección política en su conjunto, sean eliminadas del ejército. Lo cual sería lo acertado. De no hacerlo vamos camino de tener un ejército, sí, pero de nenazas que no sirven para nada.
Trump criticó los bloqueos y mandatos impuestos con la excusa del coronavirus y agregó que “todos los patriotas que fueron despedidos del ejército serán contratados de nuevo, se emitirá una disculpa y recibirán pagos atrasados”.
No menos importante, Trump propuso una política que permitiría despedir más fácilmente a los burócratas “que están socavando deliberadamente nuestra democracia o, como mínimo, sólo quieren aferrarse a sus posiciones con el objetivo de “drenar el pantano de corrupción y erradicar el Estado profundo”.
Trump apostó por un gran esfuerzo nacional para recuperar las cadenas de suministro, nuestras fábricas, nuestros trabajos y asegurar la independencia de fabricación. Además, con los precios exorbitantes de la gasolina que están empobreciendo aún más a las familias estadounidenses, Trump afirmó que Estados Unidos debe recuperar su independencia energética, lograda en su presidencia, maximizando la producción nacional de petróleo y gas y reduciendo el coste del combustible a menos de $ 2.50 por galón.
La política comercial también fue objeto de sus propuestas. Para aprovechar las políticas comerciales exitosas de su primer mandato, que recuperaron millones de empleos y miles de millones de dólares, propuso fortalecer nuestras leyes comerciales, brindar al presidente más herramientas para combatir el comercio desleal, hacer que la Sección 301 sea más utilizable y hacer que los aranceles que impuso a China sean permanentes. Dado que China no ha enfrentado repercusiones por el daño que el coronavirus de Wuhan ha causado al mundo, Trump pidió la creación de una comisión para que ese país se responsabilice. Asimismo, propuso recuperar la iniciativa iniciada bajo su Administración enfocada a frenar el espionaje chino en Estados Unidos. Denunció que Biden ha abolido escandalosamente ese esfuerzo.
Trump pidió requisitos de búsqueda de empleo y capacitación para que los «adultos solteros sin discapacidad» sean elegibles para recibir asistencia social: “Deberíamos exigir prueba de ciudadanía para recibir el crédito fiscal por hijos, para dejar de subsidiar la inmigración ilegal”.
Trump ha centrado sus propuestas también en la integridad electoral para evitar nuevos fraudes, abogando por la “identificación del votante” y en contra de los buzones de recogida de papeletas, que sirvieron para cometer el fraude electoral en 2020 y que ya han sido prohibidas en algunos estados: “Nuestro objetivo debe ser votar el mismo día sólo con papeletas de papel”.
No se olvidó de las grandes tecnológicas y exigió detener la censura de las Big Tech para que se pueda restaurar la libertad de expresión, que es básica para fortalecer la democracia ahora bajo asedio por los demócratas de izquierda radical.
Estas son algunas de las muchas e interesantes propuestas de Donald Trump que integrarán con seguridad su nueva agenda de gobierno para un segundo mandato presidencial. No serán las últimas porque ya se está trabajando para ultimar otras nuevas iniciativas que Estados Unidos necesita con urgencia y que sólo Donald Trump tiene capacidad y liderazgo para implementar.