Libros en la basura
Los libros son desde tiempos inmemoriales vehículos de cultura y conocimientos, de valores, de ideas, del avance de la civilización, aliados que proporcionan entretenimiento y formación, e incluso objeto de colección e inversión.
Quienes adoramos leer y amamos los libros, sentimos una mezcla de rabia, indignación y angustia por el estado actual de los libros y el desprecio en que han caído para la sociedad. No hay admiración, ni se valoran, ni se respetan. La señal más clara de este estado de cosas es que hoy en día los libros se abandonan en la basura. Apilados como desechos de esas sociedades decadentes que ni leen ni piensan.
Un paseo por cualquier ciudad del mundo nos descubre esta realidad. Libros tirados a la basura. Muchos libros no los quieren ni en las bibliotecas. Se queman, se destruyen. ¿No se están quemando estas sociedades occidentales, consumidas en su propio ritmo frenético de consumo y de adoración de lo banal? Sin duda. Publicar un libro, que es algo heroico, no se valora. Libros en la hoguera de la ignorancia social masiva. Hoy, los libros. Mañana, quién sabe si los autores por decir lo que piensan. Ya muchos somos censurados en los medios de comunicación masivos si nos salimos del guion políticamente correcto.
La proliferación de libros sin controles de calidad está dañando el prestigio de éstos, bajando al nivel de la basura. Libros basura. El crimen está en que se tiran también a la basura buenos libros sin discriminar buenos, malos u obras maestras. Se está perdiendo la capacidad de valorar, de apreciar, de distinguir, de admirar y de conservar los libros.
Se ven montones de libros abandonados en la basura, señal inequívoca de la degradación de la sociedad. Es urgente enseñar de nuevo el valor de los libros. Ese valor intangible que siempre lo ha acompañado y que enriquece a quien lee.