Estados Unidos triplicará sus tropas desplazadas a Haití para coordinar las tareas de rescate y distribución de la ayuda humanitaria. El jefe del Estado Mayor Conjunto, el almirante Mike Mullen, ha anunciado el envío de alrededor de 9.000 soldados más en los próximos días, que se añadirán a los ya desplegados en la isla.
El secretario de Defensa, Robert Gates, ha reconocido que el problema es el retraso en la distribución de la ayuda humanitaria, y ha declarado que: «Es preciso hacer llegar a la población agua y alimentos tan rápido como sea posible, para impedir que la desesperación se transforme en violencia«.
Por otra parte, el portaaviones Carl Vinson, que lleva 19 helicópteros a bordo, que son fundamentales para la distribución de la ayuda, ha llegado a Haití y ya está fondeado frente a Puerto Príncipe, cuyo puerto se encuentra dañado. El portaaviones se ha convertido “de facto” en un segundo aeropuerto y ya ha empezado a despachar vuelos hacia la capital haitiana.

Entretanto, Estados Unidos trata de construir un helipuerto provisional cerca del aeropuerto Toussaint Louverture de Puerto Príncipe, con el fin de transportar los cargamentos de agua, comida y medicinas que están llegando.
Para los envíos de asistencia, Estados Unidos está usando la base naval de Guantánamo, donde han sido hospitalizados 24 estadounidenses que resultaron gravemente heridos en el terremoto.
El director de la Agencia para el Desarrollo Internacional (USAID), Rajiv Shah, ha declarado que: “En comida, ya hemos movilizado y están en camino 600.000 raciones humanitarias.
El Ejército estadounidense entregará esos 600.000 paquetes de alimentos básicos y 100.000 contenedores de diez litros de agua potable a Haití en las próximas horas. Creemos que 20.000 de esos contenedores llegarán hoy”.
846 estadounidenses ya han sido evacuados de Haití, y otros 160 parten este viernes a última hora. Respecto a bajas, se confirman cinco  estadounidenses muertos, que se suman a la baja confirmada el jueves.
Además, el presidente Obama se reúne este sábado en la Casa Blanca con los ex presidentes George W. Bush y Bill Clinton para coordinar las tareas de recaudación de fondos privados y gestionar la ayuda de los estadounidenses.