Una de las tendencias más interesantes para la conservación medioambiental y la creación de riqueza basada en el turismo de calidad y el aprovechamiento de recursos, se centra en la restauración de ecosistemas de especial relevancia. Estados Unidos es uno de los países punteros en esta área. Ahora, una de las iniciativas que ya están en marcha es la restauración del ecosistema del Gran Cañón aprovechando el caudal del río Colorado. Ya hace varias semanas que el secretario de Interior, Ken Salazar, a finales de noviembre, abrió las compuertas de la presa Glen Canyon, junto al lago Powell, para permitir la limpieza de 500 millones de toneladas de sedimentos, que se depositarán río abajo.

Este proyecto tiene como objetivo restaurar el hábitat de plantas y animales autóctonos de la garganta del Colorado, donde en la actualidad se observan un elevado número de especies invasoras de peces, con una inundación controlada que permita la formación de bancos de arena, playas y barreras naturales. Además, también se pretende conocer cuánta cantidad de agua puede almacenar la presa Glen Canyon y cuánta energía hidroeléctrica podría llegar a producir ésta.
Esta es la cuarta vez que se abren las compuertas de la presa Glen Canyon desde 1996. Y la primera, desde que Salazar decretó en mayo la rutina de permitir mini-flujos cada año durante una década. Sólo la experiencia de este proyecto piloto demostrará si es posible intervenir para crear condiciones naturales y recuperar ecosistemas vitales al mismo tiempo que se aprovechan los recursos.