Si algo han demostrado los recientes Mundiales de atletismo en pista cubierta 2012, celebrados en Estambul (Turquía), es el dominio de Estados Unidos en este deporte, que se ha alzado con un total de 18 medallas, y su buena preparación para afrontar las próximas Olimpiadas de Londres.
Algunos de los mejores momentos fueron las victorias de Justin Gatlin en 60 metros, en lanzamiento de bala de Ryan Whiting, el oro en el relevo masculino de 4X400, el oro de Bernard Lagat en la prueba de fondo de los 3.000 metros, el doblete en triple salto de Will Clay, el triunfo de Aries Merritt, que superó al favorito, le chino Liu Xiang, en los 60 metros vallas, el oro de Sanya Richards en 400 m, el oro de Chaunte Howard-Lowe en altura con una marca de 1,98, y la actuación de Brittney Reese en salto de longitud femenino, que superó los 7,23 metros, que la coloca tercera en el ranking mundial de todos los tiempos; la doble campeona del mundo al aire libre (2009/ 2011) fue una de las más destacadas. Ninguna atleta lo había hecho mejor en pista cubierta desde 1985 y ya sólo le queda el oro olímpico por conquistar. En la misma prueba, otra estadounidense, Janay Deloach, ganó la plata con 6,98 m.

Estados Unidos dejó por detrás en el medallero a Rusia, que finalmente terminó quinta y cuya actuación sólo fue salvada por la extraordinaria Yelena Isinbayeva, en pértiga, que salvó a su país de quedarse sin títulos, ganando el oro en su prueba con un registro de 4.80 m.
Totalmente lamentable fue la intervención de España, que no logró ninguna medalla. La selección española, formada por veinte atletas, seis más que en el Mundial de Doha de 2010, terminó con cuatro finalistas, pero ninguna medalla, igualando su peor resultado en campeonatos indoor. Una llamada de atención sobre lo mucho que queda por hacer en atletismo en España, que es la base del deporte y el mejor barómetro sobre la salud deportiva de una nación. En contraste con Estados Unidos, donde se cuida el atletismo al máximo, esta es la tercera vez que España se marcha de vacío de un Mundial en pista cubierta, después de París’1997 y Budapest’ 2004. Además, en dos años, de Doha a Estambul, la selección española ha pasado de tres meritorias platas, logradas por Ruth Beitia, Natalia Rodríguez y Sergio Sánchez a nada. Cero absoluto.

A escasos meses de las Olimpiadas de Londres, Estados Unidos calienta motores y ya ha presentado con fuerza sus credenciales para hacerse con el mayor número de medallas, algo que previsiblemente logrará con brillantez.

Así quedó el medallero en sus cinco primeros puestos:

1. Estados Unidos Oro 10 Plata 3 Bronce 5 Total 18
2. Gran Bretaña 2 3 4 9
3. Etiopía 2 1 2 5
4. Kenia 2 1 1 4
5. Rusia 1 3 5 9