Trump y FIRRMA
Es una de las iniciativas más importantes de las puestas en marcha por el presidente Trump: la Ley de Modernización de la Revisión del Riesgo de Inversión Extranjera (FIRRMA) permitirá restringir las inversiones chinas en compañías tecnológicas de Estados Unidos. El objetivo es combatir el robo de propiedad intelectual, que tanto daño y pérdidas económicas han ocasionado al país.
Desde hace muchos años determinados países dirigen y facilitan la inversión sistemática en empresas y activos de Estados Unidos para obtener tecnologías de vanguardia y propiedad intelectual en industrias que esos países consideran importantes. Una estrategia que ha perjudicado a este país de forma grave y que ningún presidente en los últimos treinta años ha afrontado con determinación. Trump lo está haciendo sin demora. Para ello ha ordenado al Departamento del Tesoro una investigación a través del Comité de Inversión Extranjera, que es un organismo gubernamental, de las adquisiciones de activos en el país por parte de inversores extranjeros y que se propongan las medidas necesarias para hacer frente a este problema.
Trump, consciente del peligro que entraña este robo de tecnología americana, ha reclamado al Congreso que modernice una legislación ya existente, la Ley de Modernización de la Revisión del Riesgo de Inversión Extranjera (FIRRMA) para mejorar la protección de Estados Unidos ante las nuevas y cambiantes amenazas planteadas por la inversión extranjera. Un agujero de seguridad sobre el que venimos alertando algunos expertos desde hace años. Por fin un presidente nos escucha y pone en marcha soluciones.
La versión actualizada y mejorada de FIRRMA proporcionará herramientas adicionales a la Administración Trump para combatir esas prácticas de inversión que amenazan el liderazgo tecnológico estadounidense, nuestra seguridad nacional y la prosperidad económica futura.
Como todos ya conocemos las mañas del Congreso, y el presidente mejor que nadie, de no aprobar la reforma, Trump desplegará nuevas herramientas desde el gobierno para luchar contra esas inversiones extranjeras que son perjudiciales para la tecnología de los Estados Unidos. Una de esas medidas urgentes sigue sobre la mesa del presidente: prohibir a empresas con al menos un 25 % de propiedad china que compren firmas estadounidenses involucradas en tecnología industrialmente relevante. Y hay muchas más en espera.
Más allá de los aranceles al comercio, que también ayudan para frenar la competencia desleal, encontramos en este tema un campo de batalla crucial en el que Estados Unidos se juega mucho de su futuro. Y es el presidente Trump quien con más inteligencia y decisión está abordando las posibles soluciones.