La base de Rota y el sistema antimisiles
Una de las noticias por las que hemos luchado muchos desde hace tiempo se produjo finalmente en este otoño. El acuerdo para la instalación de una base del sistema antimisiles en la base española de Rota (Cádiz). Esto no solo es bueno para el despliegue del sistema antimisiles que venimos defendiendo algunos desde tiempos de Reagan y después con George W. Bush y Barack Obama sino que beneficiará también a la economía roteña y española.
Mediante este acuerdo la base de Rota podrá recibir al menos cuatro destructores estadounidenses, dotados del sistema Aegis, con capacidad para interceptar y destruir misiles enemigos. El despliegue llevará también asociado un personal de alrededor de 1200 militares y 100 civiles. De esta forma, la base española, que siempre ha tenido un papel importante en la estrategia norteamericana en el flanco sur de Europa, se incorpora como parte del componente naval del escudo antimisiles que impulsa Estados Unidos y que la Alianza Atlántica desplegará en algunos de sus países para cubrir el espacio aéreo aliado.
El salto para la base de Rota es evidente, que además de ser un centro de apoyo logístico y de transporte, como hasta ahora, se convertirá en parte de uno de los proyectos más avanzados tecnológicamente, dando acogida a la instalación en España de algunos de los componentes esenciales del escudo antimisiles, como son los sensores e interceptores encargados de neutralizar la amenaza que representa la proliferación de misiles balísticos, en especial en países con regímenes hostiles, como Irán y Corea del Norte, pero no únicamente. También enfocado a evitar los riesgos de grupos terroristas, que buscan hacerse con este tipo de arsenal.
El sistema de defensa antimisiles que se pretende desarrollar ha sido adaptado a los riesgos reales que hay actualmente, de manera que se centra en la interceptación de misiles de corto y medio alcance, que son los que proliferan sin control en algunos países. Para ponerlo en marcha estamos aplicando sistemas tecnológicos avanzados y que ya operan con eficacia, como los radares AN TPY-2, ya emplazados en Polonia, los misiles Standard SM-3 o el citado sistema Aegis. A lo que se suma la nueva tecnología en desarrollo en materia de satélites y antimisiles.
El emplazamiento de esta unidad naval en Rota se enmarca en el nuevo Concepto Estratégico aprobado por la Alianza Atlántica, que incluye como uno de sus objetivos principales la defensa aliada mediante “el desarrollo de la capacidad de defender a nuestras poblaciones y territorios frente a ataques con misiles balísticos” y del Plan de Acción de Defensa Antimisiles, también aprobado en junio pasado, que debe estar operativo en 2018.
Los emplazamiento elegidos por Estados Unidos para desplegar los componentes terrestres del sistema antimisiles son Turquía, que albergará radares, y Rumanía y Polonia, que tendrán interceptadores. El Pentágono barajó varias hipótesis para seleccionar el puerto de base para los buques, posiblemente destructores de la clase Arleigh Burke, y los misiles SM-3m, por ejemplo en Italia y Grecia, pero finalmente la elegida fue Rota por sus condiciones ventajosas, tal y como defendíamos muchos, que podemos sintetizar en unas instalaciones ampliadas, con capacidad para 24 buques, y una situación geoestratégica perfecta, en la puerta de entrada al Mediterráneo, a mitad de camino entre Estados Unidos y Oriente Próximo, y con un fácil acceso hacia África.
Por no hablar de la simpatía gaditana y el arte andaluz, que no encuentras en ninguna parte y que aporta un plus de humanidad a todo.
Los planes iniciales contemplan que un buque patrulle permanentemente el Mediterráneo oriental, otro podría hacerlo en el Mediterráneo central, un tercero estaría en alerta y el cuarto previsiblemente en estado de reparación o mantenimiento. De esta forma evitamos realizar esta misión desde la costa Este norteamericana, lo que supondría implicar al menos dos buques más para los desplazamientos por el Atlántico y un coste más elevado.
El nivel de tropas estadounidenses en España es actualmente muy bajo, apenas el 30 por ciento de lo previsto en el convenio de colaboración entre Estados Unidos y España (vigente desde 1998), que permite la estancia de 4 mil 750 militares estadounidenses con carácter permanente y 2 mil 285 temporales, de manera que se podrían asimilar perfectamente en Rota los mil 200 militares que participarán en el componente naval del escudo antimisiles.
El acuerdo también incluye la cooperación de la base de Rota en tareas de apoyo al Africom, el comando estadounidense para África, que tiene sede oficial en Stutgart, Alemania, y que contará con una nueva base en Marruecos, próxima al Sahara Occidental.
Si militar y estratégicamente es una decisión acertada para Estados Unidos, para España lo es además en el plano económico, ya que se crearán un millar de empleos directos e indirectos, con un beneficio económico estimado en 51 millones de euros anuales, ya que el mantenimiento y reparación de los cuatro destructores se hará en astilleros locales, con un presupuesto de unos 8.4 millones anuales. A esto hay que añadir el consumo de los 3 mil 400 ciudadanos estadounidenses, entre militares y sus familias, que residirán en las inmediaciones de la base, y que harán que algunos sectores se revitalicen.
El sistema de defensa antimisiles, que ya está en marcha deberá estar desplegado y completamente operativo en 2020 e incluye también bases terrestres de radares y misiles interceptadores en Polonia, Rumanía y República Checa, así como navales en Rota, el mar de China y otras zonas estratégicas para cubrir los espacios de riesgos actuales.
Por ahora, el USS Monterey, que incorpora el sistema Aegis BMD, ya patrulla el Mediterráneo desde la pasada primavera. Esta es la forma correcta de defender la libertad, desde una posición sólida de liderazgo militar que controle todos los riesgos.
One thought on “La base de Rota y el sistema antimisiles”
Comments are closed.