Lobos en la sierra de Madrid
La expansión de los lobos grises en Estados Unidos, Canadá y Alaska, es uno de los fenómenos más extraordinarios, que demuestra la capacidad, la astucia y la inteligencia de este animal para resistir el acoso humano y expandirse a pesar de los obstáculos.
El lobo ibérico también está protagonizando una expansión inusitada gracias a las medidas de protección, pero sobre todo gracias a su habilidad innata. Es destacable el caso de los lobos en el valle del Lozoya y el Parque Nacional de Guadarrama, en Madrid (España), donde los avistamientos de los naturalistas y las grabaciones de las cámaras han detectado lo que posiblemente sean dos manadas con un mínimo de cinco ejemplares cada una.
Es una excelente noticia para el lobo ibérico. La recuperación y la expansión del lobo por sus propios medios es uno de los fenómenos más impresionantes, y también tiene lugar en otros núcleos de España y Portugal.
La polémica se incrementa entre conservacionistas, ganaderos y administraciones para encontrar las mejores fórmulas posibles para equilibrar la protección a los lobos sin que causen excesivos daños económicos en áreas rurales.
Una vieja disputa abierta porque la presencia humana se ha entrometido demasiado en los hábitats de los lobos y sigue incidiendo en las poblaciones de animales susceptibles de ser cazadas por éstos.
Hoy más que nunca es necesario articular medidas que eviten el furtivismo y hagan posibles espacios naturales protegidos donde los lobos puedan campar a sus anchas. De expandirse y equilibrar los ecosistemas, ya se encargan los propios lobos.