En los tiempos que corren en todas partes, los emprendedores se han convertido en una nueva clase de guerreros, de soldados sin armas, de supervivientes en un mundo caótico y de feroz competitividad.
El espíritu emprendedor, como siempre ha sucedido, tiene enormes similitudes con los clásicos soldados o guerreros que han conquistado el mundo. Como nos enseñan las lecciones de la Historia y los grandes líderes militares (Atila, Alejandro Magno, Gengis Khan, Francisco Pizarro, Hernán Cortés, Fernando González de Córdoba, Julio César, Amílcar Barca, Publio Cornelio Escipión el africano, Aníbal, Carlomagno, Saladino, George Washington, Ulysses Grant, Dwight Eisenhower, Norman Schwarzkopf, David Petraeus…), el éxito o el fracaso depende de ti mismo en cada gesta que se emprenda, por muy difícil que sea.
Los sueños y la capacidad para hacerlos realidad son el motor y la esperanza firme y la autoconfianza son las claves. Trabajar duro y esforzarse están en la base del éxito, apasionarse con lo que uno hace se convierte en la gran motivación.

Los emprendedores actuales, luchando contra todo tipo de obstáculos, conservan ese espíritu ganador de los grandes líderes, tratando de expandir sus negocios más allá de las fronteras, entrenándose para competir abiertamente y soñando con nuevos desafíos que reinventan el mercado con innovaciones y revolucionan la sociedad, haciéndola progresar y enriquecerse de una forma real.
Los emprendedores combaten un enemigo: el fracaso. Y lo hacen con soldados fieles, que son los empleados de la empresa, su ejército en la conquista de nuevos retos. Su eslogan y logotipo son sus banderas, que portan con orgullo en la batalla de la competencia en el libre mercado.
Por eso los soldados son buenos emprendedores y líderes empresariales, llevan en la sangre la lucha por una meta y por la victoria.
Por eso los emprendedores son también soldados de este mundo. El espíritu emprendedor sigue vivo en todos ellos. Un espíritu que está especialmente activo en Estados Unidos y que explica por qué este país sigue prosperando y marcando la pauta a los demás.