Best sellers para hombres y mujeres
Con la entrada masiva de mujeres en puestos de dirección y otros empleos en la cadena editorial en los que se toman decisiones, hemos visto un progresivo incremento de best sellers destinados exclusivamente a mujeres, y no me refiero a la literatura chic lit para chicas jóvenes, que se extiende como una epidemia, sino a todo tipo de literatura. No tiene más que echar un vistazo a las listas de ventas o a lo que lee la compañera de viaje, la chica del parque o las mujeres de la playa. Todos los libros están cortados por el mismo patrón, salvo alguna honrosas excepciones.
Dicen las responsables de editar estas cosas que la literatura no es masculina ni femenina, pero no se aplican el cuento porque todo lo que publican va destinado a un público femenino, sin equilibrio argumental, con historias que invariablemente nos cuentan lo estupendas, fuertes e inteligentes que son ellas (la realidad es muy distinta, por supuesto). Si se acerca a estos best sellers que triunfan ahora entre las lectoras, que los devoran como si fueran rosquillas de chocolate, comprobará lo absurdo de las tramas, la irrealidad de muchos de sus pasajes, los nuevos tópicos y prejuicios que proyectan, el adoctrinamiento ideológico y social que destilan sus páginas, la falta de valores que perduren más allá de lo que dura una mala relación, la imposición de modelos de comportamientos masculinos y femeninos, la crítica velada a la libertad de elección si se te ocurre pensar de otro modo, el garrotazo verbal si además tienes el valor de proclamarlo públicamente, y la imposibilidad de que esas novelas las lea cualquiera, hombres o mujeres, como ocurría con otros clásicos best sellers y de literatura en general.
Lo llaman best sellers actuales, las mismas que los editan, los jalean en internet o los medios de comunicación, o facilitan su publicación desde las editoriales o las agencias literarias (tan obtusas que las reconoces de un vistazo), pero son best sellers para mujeres, escritos y editados expresamente para ellas. Lo bueno del asunto es que con leer los títulos y los argumentos, cualquier lector/a medianamente inteligente se ahorra un dineral al año porque los libros que merecen leerse son cada vez más escasos.
El tema ha llegado a unos límites esperpénticos en países como España, donde los best sellers que se publican, se venden, se promocionan y se apoyan mediáticamente sólo pueden ser leídos por mujeres con un cociente de inteligencia limitado, con un pensamiento pro feminista que ya de por sí dice mucho de ellas, de lo mal que utilizan su libertad para elegir sus lecturas, y que son utilizadas por esas mujeres en cargos de dirección de las editoriales, prensa, agencias literarias…. como consumidoras de esas historias que se sacan de la manga para dejarlas tan contentas de los estupendas que son, y tan felices de haberse conocido.
Si piensa que alguien debería poner coto a este despropósito literario, no pierda cuidado, que los hombres en puestos de dirección o decisión (salvo excepciones contadas) no están por la labor e incluso publican esos mismos libros en aras de los beneficios fáciles que les proporcionarán esas lectoras ávidas de experiencias femeninas que compartir…aunque sean más falsas que el programa electoral de Podemos (en España), que, por cierto, también se vende bien, lo cual es sintomático del nivel general en el país de los toros y el flamenco.
El asunto en Estados Unidos es bien distinto, y aunque existe el fenómeno de los best sellers para mujeres, nadie intenta engañar a nadie, sabemos lo que hay, y los libros que todo lector puede leer, hombre o mujer, (me refiero a sin tener que vomitar) puedes encontrarlos con relativa facilidad y son conocidos.
El fenómeno de los best sellers para mujeres tiene un peligro real, y es que cada vez alejará más a los lectores masculinos hacia otros tipo de lecturas más plurales, de las que cada vez hay menos. Si le gusta leer de todo, es algo preocupante, si es un hombre lector, ya es para que se lo piense mucho cuando compre determinados libros y apueste por los que lo merecen, si es mujer lectora plural, debería preocuparle que ciertos libros muestren una realidad falseada sólo para complacerla, si es mujer lectora feminista, tiene usted un chollo con lo que se publica (en España), pero no brinde aún… su inteligencia y situación personal lo acusará en poco tiempo.
Afortunadamente, hay clásicos de la literatura y buenos best sellers para leer mientras pasa esta hornada de libros que se olvidarán pasado mañana, junto a sus autoras y autores mediocres, y las editoras y agentes que los han puesto en el escaparate.
Si usted es un lector/a con criterio, los dejará ahí mucho tiempo mientras lee algo decente.