Gestión de Bosques
Uno de los grandes retos que se plantean para un crecimiento sostenible y un mejor cuidado del medio ambiente, es la gestión de los bosques del planeta. Actualmente sólo un 8% de la superficie forestal mundial tiene este tipo de gestión, es decir, unos 325,2 millones de hectáreas de bosque se encuentran en alguno de los sistemas internacionales de certificación sostenible, lo que nos indica lo mucho que hay que hacer aún en este sentido. Sigue siendo gigantesca la extensión de bosques por preservar y que están sometidos a prácticas de explotación muy lesivas. Véase el caso de Rusia, donde su riqueza forestal está siendo esquilmada impune y salvajemente. Una pérdida que afecta en realidad a toda la cadena ecológica mundial.
Ese 8% de hectáreas gestionado bajo premisas sostenibles, se encuentran bajo los sistemas “FSC” (Forest Stewardship Council) o “PEFC” (Programme for the Endorsement of Forest Certification Schemes).
Lo alarmante no es sólo que sea muy poca la extensión de bosque que se certifica sino que la distribución regional es muy desigual, por ejemplo, en Norteamérica esa cifra alcanza el 38% y en Europa el 54%.
En el caso de España, sólo el 4,4% de la superficie forestal se encontraba certificada por alguno de estos dos sistemas en 2007, lo que representa una superficie de más de 1,2 millones de hectáreas. Las comunidades autónomas del norte son las que tienen una mayor proporción de superficie forestal certificada, y destaca especialmente el caso de Navarra, con un 25,6%. Sin duda, una comunidad en el buen camino.
Una de las formas de que los ciudadanos contribuyan a la conservación y gestión sostenible de los bosques, es comprar muebles u objetos de madera certificados, de forma que se pueda garantizar una procedencia legal y sostenible. No sirve esconder la cabeza ante el problema o denunciarlo para luego no hacer nada. La gestión sostenible al final depende de la concienciación de los ciudadanos y de sus comportamientos a la hora de consumir. Sólo así se podrá evitar o frenar la tala ilegal e indiscriminada de árboles y de superficies forestales de especial valor ecológico.