Trump: la voz del pueblo
Una encuesta reciente de Harvard / Harris ofrece información relevante que los medos progres han tapado, ocultado o censurado. Es un trabajo en profundidad que coincide con otros sondeos que se manejan en el equipo del presidente Trump.
La citada encuesta, de carácter nacional, ha encontrado un apoyo casi unánime para los candidatos republicanos que apoyan la agenda política de Trump, y, por supuesto, al presidente. Lo destacable es que no sólo son conservadores, sino que se trata de votantes de todo el espectro político. Es decir, aproximadamente, 3 de cada 4 votantes estadounidenses prefieren una plataforma política que incluya: inmigración legal, comercio y política exterior «America First», agenda política que priorice los intereses del país y los ciudadanos, y claros defensores de la cultura de la vida frente al aborto.
Las revelaciones de la encuesta refleja una realidad que Trump supo entender ya en 2016 y que ha aumentando hasta ahora: la ideología que apostaba por la globalización, las fronteras abiertas, las guerras sin fin, los déficits comerciales, los cierres de fábricas y el aborto, son cosa del pasado. El electorado estadounidense prefiere y apuesta claramente por agendas de contenido conservador como la de Trump.
Las opiniones mayoritarias de los votantes en inmigración se decantan por esta postura: «Tenemos el deber moral de crear un sistema de inmigración que proteja las vidas y los empleos de nuestros ciudadanos». En total, el 75% aproximadamente de todos los votantes dijeron que serían más propensos a respaldar a un candidato que hiciera esta declaración, mientras que el 88% de los republicanos, el 89% de los conservadores, el 75% de los votantes indecisos y el 91% de los partidarios de Trump dijeron que también sería más probable que apoye al candidato. Que nadie se extrañe, pues, del apoyo masivo al presidente, que tiene una postura política en esta línea. Por razas, la gran mayoría de los estadounidenses blancos, el 79%, y los estadounidenses negros, el 75%, dijeron que apoyarían a un candidato que defienda un sistema de inmigración que beneficie a los ciudadanos estadounidenses, en lugar de a los extranjeros.
De manera similar, más de 6 de cada 10 votantes afirmaron que serían más propensos a apoyar a un candidato (como Trump) en una elección que hablara de la «emergencia nacional con la salvaje pandilla MS-13” que se debe en gran parte a la masiva inmigración ilegal.
En el tema del comercio, un 65% de los votantes dijeron que sería más probable que apoyen a los candidatos que promocionan la imposición de aranceles por valor de 250.000 millones de dólares a China, como ha hecho Trump. Este modelo de política económica obtiene el apoyo del 87% de los republicanos, el 61% de los votantes activos y el 89% de los partidarios de Trump. El presidente está haciendo exactamente lo que quieren los electores.
Cuando se les pregunta a los votantes si es más o menos probable que apoyen a un candidato político que quiera reemplazar los tratados comerciales multilaterales por acuerdos bilaterales que protegen los empleos y la industria estadounidenses, además de recuperar empleos perdidos en el país, los votantes dijeron 10 sobre 10 que serían propensos a apoyar a tal candidato. No hay que buscar muy lejos. Trump es el candidato que encaja perfectamente.
La narrativa económica de Trump tiene el mayor apoyo entre los conservadores, el 90%, y del 93% entre los partidarios de Trump.
En cuanto a política exterior, es mucho más probable que los estadounidenses apoyen a los candidatos que se oponen a delegar más la soberanía de los Estados Unidos a organizaciones globales y al intervencionismo extranjero ilimitado en el tiempo, lo que provoca innumerables vidas perdidas. Por ejemplo, cuando se les preguntó si tendrían más o menos probabilidades de apoyar a un candidato que dijo: «Las grandes naciones no libran guerras interminables», casi 3 de cada 4 votantes dijeron que serían más propensos a apoyar a tal candidato. Trump es de nuevo el candidato que defiende las ideas de la mayoría de la gente. Los votantes tienden a apoyar la política exterior de Trump «America First» y se alejan de la visión que tenía Obama de las relaciones internacionales. En datos, el tema queda así: el 84% de los republicanos, más del 60% de los demócratas y el 76% de los independientes afirmaron que serían más propensos a apoyar a un candidato que se opone a las guerras extranjeras sin fin. Esta plataforma contra la guerra ilimitada es muy popular entre los votantes conservadores, el 84% de los cuales dijeron que serían más propensos a apoyar a un candidato que habla como Trump sobre política exterior. No extrañe a la prensa que el presidente conecte tan bien con el pueblo. La agenda de Trump es una defensa fuerte e intervenciones cuando y donde sea necesario, pero no de manera ilimitada y con excesivos costes económicos y humanos.
Alrededor de 7 de cada 10 votantes tienen más probabilidades de apoyar a un candidato que quiere llevar a las tropas estadounidenses a casa después de años de intervención en Siria y Afganistán, así como al 64% de los estadounidenses hispanos y negros. Como se ve, Trump sí es la voz del pueblo.
Cada año, los Estados Unidos admiten más de un millón y medio de inmigrantes ilegales y legales a expensas de los recursos de la clase media y trabajadora del país, que se ven obligados a subsidiar esa política a través de sus salarios y perspectivas laborales agotadas. Al mismo tiempo, los pésimos acuerdos de comercio han costado que al menos cinco millones de empleos de manufactura estadounidenses sean eliminados de la economía de este país en los últimos años. En el extranjero, las guerras en Afganistán, Irak, Siria y Pakistán han dejado hasta 507.000 muertos y más de 60.000 soldados estadounidenses muertos o heridos.
Trump es el único presidente que está adoptando medidas para atajar los problemas en estos ámbitos y dejar un país mejor del que encontró. Su esfuerzo, y el de un equipo de auténticos patriotas que se dejan la piel y la salud en este empeño, ha salvado a los Estados Unidos de las políticas desastrosas que lo llevaban al despeñadero.
Trump demuestra cada día que es la voz de los estadounidenses, de la mayoría de ellos, de los que aman su país y piensan en el futuro del mismo.