El próximo 22 de mayo se celebran en España elecciones en 13 de las 17 comunidades autónomas y en las corporaciones locales (Ayuntamientos). Es la gran cita electoral previa a las elecciones generales para elegir presidente del gobierno en 2012. Pero es, ante todo, una enorme oportunidad para que los ciudadanos levanten su voz y decidan con su voto cómo quieren que les gobiernen en los próximos cuatro años, quiénes deben gobernarles y cómo se gestionarán esas comunidades autónomas y Ayuntamientos.
Si en democracia toda elección es importante, en tanto que se marcan las grandes directrices para el futuro, en esta ocasión la cita adquiere un perfil de emergencia y de regeneración necesaria de la política española. Las opciones que concurren a la cita electoral cubren todo el espectro ideológico y hay opciones para todos los gustos. Desde la izquierda radical comunista, pasando por el socialismo, el liberal-conservadurismo y la derecha más conservadora.

Las plataformas políticas de alcance nacional con buenas perspectivas de votos son el Partido Popular, el Partido Socialista, Unión, Progreso y Democracia, Centro Democrático y Social, Izquierda Unida y Alternativa Española. Pero indudablemente sólo una opción tiene la estructural nacional y está en disposición de cambiar el rumbo calamitoso de la política española y ofrecer una gestión alternativa más eficaz e inteligente. El Partido Popular (PP), sobre todo, Unión, Progreso y Democracia, y Alternativa Española, en menor medida, representan la esperanza para regenerar la vida política española y la gestión de las comunidades autónomas y Ayuntamientos. Tras años de pésima gestión socialista, la situación en líneas generales es dramática: un índice de paro elevadísimo e insoportable para un país avanzado, una economía estancada y aún en recesión, sin impulso y casi sin pulso, unas políticas erráticas y sectarias en muchos aspectos, corrupción, manipulación informativa escandalosa en los medios afectos o dependientes del poder socialista, despilfarro vergonzante, parálisis política y falta de buenas ideas y talento.
Las elecciones municipales y locales representan la oportunidad para que España empiece a dar la vuelta a todo esto e incluso para que el Partido Socialista realice su propia regeneración interna, también más necesaria que nunca si desea tener futuro. Es responsabilidad de los ciudadanos renovar con su voto las políticas que se aplican y cambiar a los gestores y responsables políticos que han sumido a España en un desastre total y la han convertido en una finca de enchufes, ineptitud y corruptelas que priman todo menos la inteligencia, la independencia ideológica y la capacidad profesional.

Poco importa la ideología de cada uno en situaciones como la que vive España ahora. En democracia, aunque sea en una tan imperfecta y mejorable como la española, hay que saber elegir la opción adecuada en cada momento y sustituir a quienes han fracasado en su gestión política o tienen un expediente negativo. Un ciudadano responsable tiene en su voto el poder para cambiar las cosas o al menos para apostar que se cambien, que se gestione de otra manera y por otros responsables con más garantías. Y no tiene excusa para no usar ese poder que le concede el sistema de libertades que ampara a todos.
Hoy por hoy esa apuesta por el cambio empieza por el Partido Popular, empieza por estas elecciones autonómicas y locales y deberá completarse en las elecciones generales, de forma que se culmine un cambio de ciclo político que el país necesita imperiosamente para regenerar las políticas, las personas y dar ese impulso que necesita para salir de la crisis, crear empleo, confianza y oportunidades de futuro.

Entre las opciones políticas que un ciudadano español tiene ahora mismo, debe contemplar aquellas que le ofrezcan más confianza, solvencia profesional y expectativas para el futuro y descartar las que han fracasado o llevan un largo período en el poder con políticas fracasadas. La realidad es esta y las alternativas están claras.
En democracia, la regeneración política, el cambio de ciclo y de personas, es un factor importante para crear nuevas esperanzas y oportunidades, para dar un impulso que de otra forma no se daría. El 22 de mayo los ciudadanos españoles tienen la oportunidad de demostrar en las urnas que saben administrar los tiempos, el voto y que están avanzando en su madurez democrática eligiendo lo que más conviene al país en su conjunto en cada momento. Una regeneración política global empieza en cada autonomía y cada Ayuntamiento. Pero, ante todo, empieza en el simple acto de ir a votar una opción con inteligencia y visión de futuro.