Algunas de las iniciativas más interesantes y dinámicas en política en Estados Unidos están relacionadas con los hispanos. Desde todos los ámbitos se intenta acercarse a nuestra comunidad, por los enormes beneficios que ello implica en términos de votos, integración social y beneficios económicos.
Una de las iniciativas que persiguen dar más protagonismo a los hispanos la está llevando a cabo el Partido Republicano, concretamente un grupo de republicanos liderado por George P. Bush, sobrino del ex presidente, con sangre latina y uno de los líderes conservadores emergentes, junto con Juan Hernández y Jacob Monty, entre otros, que ha puesto en marcha un plan para reclutar candidatos hispanos a puestos públicos, con el fin de incrementar la presencia e influencia de la comunidad latina.
«Republicanos Hispanos de Texas» (HRT), que así se llama la iniciativa, responde a uno de los grandes desafíos que tiene la política estadounidense y, en particular, el GOP, para aumentar significativamente los representantes hispanos en la vida pública. Que esta idea haya empezado en Texas es doblemente importante, porque es en este estado donde la presencia latina va a determinar en años próximos quién gana las elecciones y qué candidatos pueden ocupar los cargos estatales y locales, e incluso llegar a la Casa Blanca.

Así, es en Texas donde los hispanos representan el 37 por ciento de la población total, el 40 por ciento de los estudiantes en edad escolar son latinos y es el sector demográfico de mayor crecimiento. Esto choca con una realidad que debe cambiar y es que actualmente sólo representan una pequeña fracción en los puestos públicos. De los 181 legisladores en Texas, más de 40 son de origen hispano pero ninguno pertenece al Partido Republicano.
Uno de los aciertos de «Republicanos Hispanos de Texas» es que se plantea como una organización únicamente para los hispanos que quieran participar políticamente a través del Partido Republicano y no para fomentar ningún tipo de política, ya sea en inmigración u otras. Lo que conlleva un respaldo real a esos posibles candidatos hispanos, pero sin limitar sus ideas. Esto permitirá que, como hispanos, los candidatos puedan aportar su enfoque particular sobre los distintos temas, siempre con el prisma latino detrás, que es lo que va a aportar otra visión complementaria al Partido Republicano, una visión necesaria para conectar con los millones de hispanos desde unas ideas y valores comunes.

Las próximas elecciones de noviembre demostrarán si la estrategia del Partido Republicano es acertada y si este tipo de proyectos logra el voto latino. Uno de los indicadores será comprobar el porcentaje de voto hispano que pueda conseguir el candidato del GOP a Gobernador Rick Perry. En las anteriores elecciones sólo obtuvo un tercio de los votos, veremos si esta vez es capaz de llevarse la mitad o más.
De momento, proyectos como «Republicanos Hispanos de Texas» son una plataforma perfecta para impulsar a esos hispanos interesados en participar en política que hasta ahora no contaban con medios ni apoyos. Que esto suceda en Texas, el corazón de Estados Unidos, el lugar donde los hispanos tienen una presencia determinante, y en el Partido Republicano, son buenas noticias para todos. Para Texas, para el GOP, para Estados Unidos y, sobre todo, para los hispanos comprometidos con los valores conservadores, que aún deben jugar un papel decisivo en el progreso de esta comunidad y en su contribución al país.