La tradición ecuestre en Estados Unidos se remonta a sus orígenes, cuando los españoles llevaron el uso del caballo a todo el continente y los ingleses lo popularizaron en su colonización. Los nativos también tenían al caballo como parte importante de su modo de vida ancestral. El país se conquistó y se pobló gracias al papel del caballo, imprescindible en la cultura estadounidense.

No es extraño, pues, que Estados Unidos haya ganado la medalla de oro en adiestramiento por equipos en la prueba ecuestre de los Juegos Panamericanos, y lo ha hecho por cuarta vez consecutiva. Anderson Blitz, montado en «Paragón», se hizo con el liderato individual con 75.105 %. Y no solo eso, demostrando un dominio sólido, también ganaron los tres primeros puestos: en segundo lugar Marisa Festerling en «Big Tyme» con 71.921 de porcentaje y en tercero César Alberto Parra en «Grandioso» con 69.526. Ni siquiera hizo falta que pasara su cuarto jinete Steffen Peters montando a «Weltino´s Magic».

El equipo estadounidense está integrado por Steffen Peters, Heather Blitz, César Alberto Parra y Marisa Festerling, y completó los ejercicios con un porcentaje de 74,421%.
Una medalla que viene a poner de relieve una vez más la calidad competitiva del mundo ecuestre estadounidense en una de las disciplinas con más historia, enraizada en la cultura del caballo.