En todo el mundo estamos viendo cómo la crisis del sector editorial está propiciando el cierre de librerías, la eliminación de editoriales o la alianza de las grandes, el empuje de la autoedición, el papel de Amazon, la piratería, y la creciente influencia de las editoriales pequeñas y los autores que gestionan su propia carrera literaria.
En este panorama de cambio, nuevas oportunidades, crisis de ventas y destrucción, muchos se lamentan del mismo. Mi opinión es que esta destrucción es creativa y puede servir para limpiar el sector editorial y dejar que sobrevivan los más fuertes, los más creativos, los más innovadores y los más dinámicos.
La crisis aguda que se vive en países como España, no es mala en sí misma, permite redefinir el papel de los distintos intervinientes en el sector editorial y, de hecho, está ampliando el peso de los escritores y expandiendo un nuevo modelo de negocio en el que el comercio electrónico aumenta su prestigio y su alcance.

La destrucción creativa en el mundo editorial, que es lo que estamos contemplando globalmente, es un paso positivo para adaptarse a un mundo y un negocio cambiantes, en el que los viejos hábitos y fórmulas ya no sirven y han quedado obsoletos. Mientras editoriales, librerías, lectores y escritores no afronten la necesidad de enfocar estos tiempos con cambios adecuados, la crisis seguirá extendiéndose y fomentando un sector distinto, con un nuevo reequilibrio entre todos.
Algunas de las prioridades para salvar la industria editorial son fomentar una mayor cultura del respeto a la propiedad intelectual que permita derrotar la lacra de la piratería impune; impulsar nuevos proyectos editoriales de calidad; enseñar a leer y comprender a las generaciones jóvenes; expandir los nuevos canales de ventas; mejorar el modelo de negocio editorial con cambios profundos que destierren políticas fracasadas; abrir la competencia en los precios; y sanear el sector económicamente.
La destrucción constructiva en el sector editorial, que aplica el mercado como una de las mejores formas para lograr la supervivencia y la renovación, es efectiva y necesaria. Por eso no debemos tenerle miedo y sí convertirla en nuestra aliada.