Los Tuskegee Airmen, grupo de pilotos de combate negros de la II Guerra Mundial estarán invitados durante el desfile de la toma de posesión de Barack Obama. Los últimos supervivientes serán homenajeados como los pioneros que abrieron el camino al primer Comandante en Jefe negro del país.
Uno de ellos, el ex suboficial Richard Rutledge, ha declarado que: «Es un gran honor que nos hayan invitado. Esperamos que no nieve o llueva, pero sí sabemos que hará frío». Estos días buena parte de EE.UU vive bajo los efectos de una ola de frío polar ártico con temperaturas de hasta 24 grados bajo cero.
Hay que recordar que antes de que Martin Luther King Jr. pronunciara su famoso discurso y Rosa Parks se negara a cederle su asiento a un blanco en un autobús urbano, los Tuskegee Airmen tuvieron el valor de dar un paso al frente y pilotar en tiempos de guerra. Durante la Segunda Guerra Mundial, más de 400 pilotos negros fueron enviados a combatir al frente, de donde regresaron con casi mil medallas militares, lo que habla de su compromiso patriótico.
Su coraje y valentía contribuyeron a probar en una época de racismo que los negros tenían la inteligencia y el valor necesario para ser pilotos de combate, al mismo nivel que los blancos, lo que ayudó a que el presidente Harry Truman decidiera integrar racialmente el Ejército.
Richard Rutledge recuerda que: «Originalmente, no sabíamos que éramos parte de la historia o que estábamos haciendo historia. Solamente cumplíamos nuestro deber». «¿Así que cómo me siento ahora? Feliz de ser parte de este capítulo de la Historia de Estados Unidos y de los negros».
En palabras de su compañero, el teniente coronel Eldridge Williams: “La situación era tan tensa que resultaba difícil ver el futuro. Lo principal era pasar por la Academia de Aviación». Y fue una batalla brutal.».
La historia de los Tuskegee se reflejó en una película que produjo la HBO en 1995, sobre este escuadrón. Por aquel entonces, la mayoría de estos ex pilotos, tenía entre 70 y 80 años. Aún hoy poca gente parece conocerlos o recordar sus hazañas. Esta investidura presidencial los sacará de nuevo del anonimato y permitirá acercarnos a unos hombres que lucharon por su país y por la igualdad racial en primera línea.

Doce años después de aquella película, en 2007, el presidente George W. Bush condecoró a los pilotos supervivientes con la Medalla de Oro del Congreso, la condecoración civil más importante de la nación.
Nadie sabe exactamente cuántos miembros del escuadrón están vivos. Williams, quien lidera el grupo de Miami de ex miembros de los Tuskegees, calcula que unos 300 pilotos, mecánicos y gerentes todavía viven.
Aún hoy siguen siendo un grupo activo. Todos los años celebran una convención y se reúnen mensualmente en la Universidad Memorial de la Florida, en Miami Gardens, donde discuten cómo hacer que los jóvenes se interesen en la aviación.
Cada uno de ellos ha tenido su papel en la historia. Williams ayudó, por ejemplo, en la integración de Miami Beach. Rutledge fue juez de la Corte Suprema de Nueva York. Y Leo Gray voló cuando era piloto con el legendario líder del escuadrón, el general Benjamin O. Davis.
Acostumbrados a luchar desde siempre contra los prejuicios raciales y sociales, estos veteranos que tanto aportan aún hoy en valores y lealtad, comprenden los desafíos que afronta Obama y le ofrecen un consejo en la voz de Gray:
«Cumpla su deber y le irá bien». No sólo [Obama] habla correctamente, sino que es un buen pensador. . . Uno sale adelante cuando se concentra en la tarea por delante».
Todo lo pasado hasta ahora les inspira y les reconforta por lo lejos que han llegado.
«Todo esto fueron sólo pasos en el camino», dijo Gray. «Alguien [Obama] ha llegado a la cumbre. El tiempo dirá cuán lejos llega, si más [afroamericanos] serán capaces de llegar a presidente. Pero al menos llegaron a la cumbre».
Ellos ya llegaron a su cumbre personal cuando combatieron por su país cuando nadie o muy pocos daba nada por los negros. Llenaron de orgullo cada lucha que emprendieron y abrieron el camino que ha recorrido triunfal Barack Obama.
Su presencia en la ceremonia de investidura es justicia histórica. Se lo han ganado.

As the lonely eagle flies into the winds
On majestic… soaring…gliding wings
A single scream comes from the sky
Come fly with me… come here and fly is the eagle’s cry
My heart yearns to be a part
As I feel the beating of his heart
Oh for my soul to be one with this bird flying so carefree
Flying so perfectly in the sky for all to see
His wings in the wind as it caresses his soul
And soars across the streams without a goal
My being trembles with delight of such a sight
A treasure I received from God tonight
A gift like no other watching him soaring so high
Inviting me to join him and fly fly fly.
by Dona Nanci Elizabeth Marrie Gaddi Dama de Santiago