El think tank de Trump
El presidente Trump sigue trabajando incansable en su residencia de Mar-a-Lago, Florida. Esta semana sus esfuerzos se han centrado en coordinar y apoyar la creación de un nuevo think tank conservador: America First Policy Institute (AFPI), formado por algunos miembros de su Administración y asesores leales.
Se trata de una organización sin fines de lucro formada de momento por 35 personas y con un presupuesto de 20 millones de dólares para el primer año, que se espera duplicar hasta 40 millones en 2022. Su misión primordial será defender y perpetuar las políticas America First del presidente Trump en todo el país. Esta iniciativa es realmente importante y por ello Trump se ha volcado en ella. AFPI es, con diferencia, el grupo externo más grande a favor del presidente, aparte de la propia maquinaria electoral de Trump con sede en Florida congregada alrededor del Super PAC Save America.
En los próximos meses, este grupo de análisis y trabajo planea instalar sus oficinas cerca del Capitolio en Washington D.C. como símbolo de que luchará desde la capital de la nación para constituirse en un centro influyente y una voz poderosa del conservadurismo. La presidenta y directora ejecutiva es Brooke Rollins, una texana que presidió el Consejo de Política Nacional de Trump. Rollins se reunió con Trump la semana pasada para mantenerlo actualizado sobre los planes de AFPI, que van a ser ambiciosos y tomando todos los riesgos que sean necesarios en el tablero de la política actual. La presidenta de la junta es Linda McMahon, que fue miembro del gabinete de Trump como gerente de la Administración de Pequeñas Empresas, después de ganar una merecida fama como emprendedora a favor de libre empresa. El vicepresidente es Larry Kudlow, asesor económico de Trump, que ahora es presentador de Fox Business.
AFPI, tiene ahora su sede en el área de Crystal City en Arlington, Virginia, y ha estado en las etapas de planificación desde diciembre pasado. También se prevé que abra oficinas en Fort Worth, Texas, donde vive Rollins; en Miami y en Nueva York.
El America First Policy Institute incluye 20 áreas temáticas, la mayoría dirigidas por antiguos miembros de la Administración Trump o asesores muy cercanos. Por ejemplo, el ex secretario de Energía Rick Perry dirige el Centro para la Independencia Energética. La seguridad nacional estará copresidida por John Ratcliffe, el último director de inteligencia nacional de Trump, y el teniente general retirado del ejército Keith Kellogg, quien fue asesor de seguridad nacional del vicepresidente Pence. Jack Brewer, ex jugador de la NFL y miembro de la junta asesora de Black Voices for Trump, dirigirá el Center for Opportunity Now, centrado en una agenda comunitaria desatendida. Paula White-Cain, asesora espiritual de Trump, dirigirá un Centro de Valores Estadounidenses, centrado en la libertad religiosa y la Segunda Enmienda. La ex fiscal general de Florida, Pam Bondi, dirigirá un centro de derecho y justicia. Scott Turner dirigirá el Center for Education Opportunity. Jared Kushner e Ivanka Trump participan también como asesores, entre otros.
El America First Policy Institute promoverá la ideología de «America First» que tantos éxitos ha brindado a Trump y a la nación de 2016 a 2020, y que todavía extiende su positiva influencia pese a las medidas negativas introducidas por el fraudulento Biden. Hoy más que nunca es necesario impulsar estas ideas que defiendan y promuevan la libertad estadounidense para las generaciones venideras y para derrotar a la izquierda radical que pretende hacerse con todos los resortes del poder para implantar su agenda socialista destructiva.
El grupo seguirá supervisando muy de cerca dos acontecimientos relacionados con las elecciones de 2020 en Michigan y Arizona, que podrían suponer victorias tácticamente muy importantes. En concreto, la demanda en el condado de Antrim, Michigan, y una auditoría del Senado de Arizona liderada por los republicanos sobre los resultados de las elecciones en el condado de Maricopa. Ambos casos involucran equipos de Dominion Voting Systems, que han sido objeto de múltiples denuncias de fraude electoral con bastantes evidencias de lo sucedido.
El condado de Antrim, que tiene alrededor de 23.000 residentes, fue centro de atención después de las elecciones de noviembre cuando se reveló que miles de votos fueron tabulados inicial e incorrectamente a favor de Biden. Algo que ha sucedido también en los demás estados que estuvieron en disputa. Votos irregulares e ilegales siempre a favor de Biden.
Un fraude electoral que persigue a Biden y ha arrojado una sombra contra todo el proceso electoral, corrompido en esos estados por los demócratas, tal y como se ha demostrado de forma concluyente. En el caso de Antrim una «auditoría forense» de las máquinas Dominion, alegó que Michigan era uno de los estados en disputa donde se usaba un algoritmo para regular y cambiar los votos en las elecciones de 2020. Los datos revelan fraude en el condado de Antrim, entre otros.
Ambos casos son importantes para desvelar la verdad sobre lo sucedido en el fraude electoral de noviembre y para restaurar la confianza y la fe en el sistema de votación entre los electores, ahora gravemente dañada por las argucias de los demócratas. En los dos casos participa Doug Logan, propietario de Cyber Ninjas, una empresa de ciberseguridad con sede en Florida que fue contratada para ayudar con la auditoría del condado de Maricopa y que figura como testigo experto en la demanda del condado de Antrim. Doug ha sido un ferviente defensor del movimiento «Stop the Steal» que respaldó los trabajos para sacar a la luz todo lo relacionado con el fraude electoral demócrata que los medios y el Partido Demócrata tratan de ocultar a toda costa.
Los informes de inteligencia de esta semana han revelado y confirmado también la injerencia extranjera en las elecciones para favorecer a Biden y perjudicar a Trump, con un claro vínculo con el fraude cometido. El propio Biden se ha visto obligado a reconocerlo. Que se conozca todo es positivo para recuperar un proceso electoral limpio y transparente de cara a próximas citas electorales.
En suma, Donald Trump y su política de America First se configuran como las claves para el éxito del Partido Republicano en el futuro, así como el saber aprovechar los avances que nuestro movimiento MAGA ha logrado en los últimos cuatro años. Bajo el liderazgo de Trump, dimos la bienvenida a millones de nuevos votantes al movimiento conservador. Trump logró un hito histórico al transformar el Partido Republicano en un partido que realmente lucha por todos los estadounidenses y no sólo por una parte, como hace el Partido Demócrata.
Sus esfuerzos para garantizar que los éxitos alcanzados durante su presidencia y las políticas America First continúen dibujando unos Estados Unidos más prósperos y mejores van por muy buen camino.