Trump renovará la fuerza y el liderazgo estadounidense en todo el mundo
Una de las razones de la inestabilidad mundial que vivimos es la falta de liderazgo en Estados Unidos y el rumbo equivocado que se ha impuesto en la política de defensa por la Administración Biden.
Uno de los ejes de la agenda de Donald Trump para su segundo mandato presidencial es renovar la fuerza y el liderazgo estadounidense en todo el mundo, su ya conocida política de paz a través de la fortaleza militar. Como presidente, Trump reconstruyó el ejército de Estados Unidos, aumentó la preparación del mismo y destruyó a los enemigos de nuestra nación. Por el contrario, Joe Biden ha debilitado la seguridad nacional, ha envalentonado a nuestros adversarios y traicionado a nuestros aliados.
La Administración Biden es la responsable de la vergonzosa retirada militar en Afganistán, que se cobró la vida de 13 militares estadounidenses y del abandono de entre 10.000 y 15.000 estadounidenses. Su imprudente y desorganizada retirada concedió a los talibanes el control efectivo de todo Afganistán, y permitió abandonar más de 85.000 millones de dólares en equipo militar de alta tecnología.
La falta de liderazgo propició que Rusia invadiera Ucrania poco después. Sólo en 2022, la ayuda militar estadounidense a Ucrania superó los 50.000 millones de dólares. Una sangría económica que continúa con el envío de nuevas remesas de miles de millones de dólares y una interminable ayuda militar, que han hecho que las existencias estadounidenses de misiles antitanque Javelin y misiles antiaéreos Stinger se hayan reducido en un tercio. Al proporcionar más de 100.000 millones al corrupto Zelensky sin un plan realista, la Administración Biden y la Camarilla que está detrás, prolongan y aumentan este conflicto sin ninguna necesidad, con un corte de miles de vidas.
La falta de liderazgo alcanza a las Fuerzas Armadas, ya que el Pentágono en manos de Biden se ha centrado más en el adoctrinamiento socialista que en la preparación militar y la guerra. En medio de las revelaciones de que el Departamento de Defensa de Biden impuso la doctrina “Woke” y en la práctica se discrimina a los blancos mientras se pierde el tiempo en todas las tonterías transgénero y feminazis. Según una encuesta de diciembre de 2022 entre militares estadounidenses, el 68% informó haber presenciado una gran politización en las Fuerzas Armadas. Mientras tanto, el 80% informó de una disminución en la confianza en el ejército de los EE. UU debido a la presión para permitir el servicio sin restricciones por parte de personas transgénero. Un problema que puede destruir nuestra capacidad y liderazgo militar si no se ataja pronto.
Bajo Joe Biden se está produciendo una grave crisis de reclutamiento en el ejército de los EE. UU, lo que obligó a la Marina a reducir los estándares de reclutamiento, y despidió a más de 5.000 miembros del servicio militar por incumplimiento de su inconstitucional mandato de vacunación contra el COVID-19.
Las políticas blandas de la Administración Biden respecto a China han invitado a una mayor agresión hacia Taiwán y los Estados Unidos, que ha debido ver cómo Joe Biden permitía que un globo espía chino violara en el espacio aéreo estadounidense durante al menos siete días, lo que permitió que la nave de vigilancia observara la infraestructura crítica de seguridad nacional, incluidos los campos de misiles balísticos intercontinentales de EE. UU. La información de inteligencia disponible apunta a que China se está preparando para lanzar una guerra contra Taiwán en algún momento.
La Administración Biden también priorizó una política radical en el tema del cambio climático por encima de los abusos de los derechos humanos del régimen chino. Mientras tanto, Biden se ha acobardado ante la OTAN, ya que Estados Unidos sigue financiando en gran medida unilateralmente a la organización. La Administración Biden ha ignorado el hecho de que muchos países, incluidos Alemania, Italia y España, no cumplirán con sus obligaciones financieras, y no muestran ningún plan para hacerlo en el futuro, sino que simplemente pasarán su cuenta a los contribuyentes estadounidenses.
La lista de desastres de Biden ha envalentonado a los adversarios de Estados Unidos en todo el mundo. Oponiéndose a las sanciones contra el oleoducto Nord Stream 2 y observando la desastrosa retirada de Afganistán, Biden ha fortalecido la posición de Rusia en todo el mundo. Su nefasta política de levar las restricciones al régimen comunista de Cuba y suavizar las sanciones al gobierno socialista de Venezuela para aliviar los precios de la gasolina que se dispararon debido a sus políticas energéticas radicales de Biden, están trayendo más inestabilidad y problemas.
Por el contrario, Trump reconstruyó el ejército de los Estados Unidos después de ocho años de declive y abandono bajo la inútil Administración Obama. Trump revitalizó nuestra base industrial de defensa, aseguró el mayor aumento salarial para nuestras tropas en una década y creó la sexta rama de nuestras Fuerzas Armadas: la Fuerza Espacial de los Estados Unidos, que ya es clave. Trump también se convirtió en el primer líder estadounidense desde Ronald Reagan en no iniciar una guerra. La Administración Trump aseguró tres aumentos salariales para los miembros del servicio militar y sus familias, incluido el mayor aumento en una década, mejoró nuestras defensas cibernéticas elevando el Comando Cibernético a un importante comando de guerra y redujo las restricciones de procedimiento engorrosas en las operaciones cibernéticas. En cuatro años, el presidente Trump derrotó al califato territorial de ISIS en Irak y Siria. Como resultado, casi 8 millones de civiles fueron liberados del sanguinario control de ISIS y se liberaron Mosul, Raqqa y el punto de apoyo final de ISIS en Baghuz. El liderazgo de Trump pemitió que bajo sus órdenes, el ejército estadounidense eliminara al líder de ISIS, Abu Bakr al-Baghdadi, y al principal terrorista del mundo, el general iraní Qasem Soleimani.
El presidente Trump inició dos veces una acción militar decisiva contra el régimen de Assad en Siria por el uso bárbaro de armas químicas contra civiles inocentes, incluido un exitoso ataque con 59 misiles de crucero Tomahawk, y negoció un alto el fuego prolongado con Turquía en el noreste de Siria.
La Administración Trump creó el Centro de Atención al Financiamiento del Terrorismo (TFTC) en asociación entre los Estados Unidos y sus socios del Golfo para combatir la ideología y las amenazas extremistas, y atacar las redes financieras terroristas, incluidas más de 60 personas y entidades terroristas en todo el mundo; completó varias campañas de renovación de material nuclear obsoleto, asegurando más de 1.000 kilos de uranio altamente enriquecido y reduciendo significativamente las amenazas nucleares globales.
En resumen, Trump estableció una estrategia de todo el gobierno para abordar la amenaza que representan los esfuerzos de China contra el ecosistema de investigación y desarrollo financiado por los contribuyentes de los Estados Unidos. Como resultado de una diplomacia realista basada en principios, el presidente Trump llevó la paz al Medio Oriente mediante la negociación de cuatro acuerdos de paz, llamados los Acuerdos de Abraham. La Administración Trump hizo que el gasto en defensa de la OTAN entre los aliados fuera una prioridad de su política exterior y logró que los aliados de la OTAN acordaran pagar 400.000 millones de dólares más en gastos de defensa. Una vez que los aliados comenzaron a pagar sus cuotas, la OTAN estuvo en una posición mucho más fuerte al final de la presidencia de Trump que bajo Barack Obama. El presidente Trump firmó sanciones contra Nord Stream 2, como parte de un gran esfuerzo para reducir la dependencia europea del gas natural ruso e implementó las sanciones más duras contra Moscú desde el final de la Guerra Fría, no como las adoptadas en estos dos últimos años, que sólo han servido para empobrecer a los europeos y estadounidenses.
Uno de los mayores éxitos de Trump fue mantener a China y a Rusia bajo control durante su mandato con un férreo liderazgo. Así, Putin invadió Georgia cuando Bush era presidente, invadió Crimea cuando Obama era presidente e invadió Ucrania cuando metieron a Biden de presidente vía fraude electoral. Cuando el presidente Trump estaba en la Casa Blanca, Putin sabía que no debía comenzar ninguna guerra.
Para renovar el liderazgo estadounidense, Trump se ha comprometido también a sacar la ideología de izquierda radical de Biden de nuestras Fuerzas Armadas y volver a contratar a todos los patriotas que fueron injustamente despedidos. Para proteger a los estadounidenses de las armas nucleares y los misiles hipersónicos, Trump también impulsará la construcción de un escudo antimisiles de última generación.
Medidas todas ellas necesarias para recuperar el respeto internacional, una defensa nacional sólida y el control sobre los acontecimientos.