Fauna Mundial
Es fácil comprobar el impacto humano en el medio ambiente y la extinción de especies, una tarea en la que se ha aplicado con ignorancia y estrechez de miras. Los datos publicados en el informe «Living Planet Report 2012», de WWF, sobre los cambios en los ecosistemas del planeta, tras estudiar 9.000 poblaciones de más de 2.600 especies, son demoledores y señalan que los índices mundiales de poblaciones animales en el mundo han disminuido un 30% en los últimos 40 años. Tal cual. Un dato que si se aplicara a la raza humana estaría levantando ampollas y despertando debates acalorados.
Otras conclusiones son que la Tierra necesita un año y medio para renovar los recursos gastados en 12 meses y que especies como los koalas, los tigres y el atún rojo se encuentran en peligro de extinción. Por ejemplo, la población de koalas de Australia ha disminuido un 42% en las últimas dos décadas. Esto no dice nada bueno de cómo estamos gestionando los recursos naturales. Es más que evidente para cualquiera que tenga algo de cerebro que la destrucción de su hábitat provocado por el desarrollo humano, los cambios en el clima y la enfermedad de la clamidia son algunos de los factores que han contribuido el decrecimiento de este tipo de marsupiales.
Por su parte, la población global de tigres se ha reducido un 70% en los últimos 40 años, y los factores que lo han hecho posible son la caza indiscriminada y la destrucción de su hábitat natural. Hasta ahora se tienen registrados entre 3.200 y 3.500 tigres en hábitat natural y asociaciones como la WWF realizan campañas para tratar de doblar esta cifra y que en el año 2020 haya más de 6.000. Es una de las causas por las que merece la pena luchar actualmente.
Además, la vida marina también ha decrecido en índices globales en un 20%, datos basados en 2.395 poblaciones con más de 676 especies. Aquí, el índice de animales marinos de zonas tropicales ha descendido en un 60%, mientras que los de zonas templadas han aumentado en un 53%. Por ejemplo, el atún rojo se encuentra dentro de las especies marinas en peligro de extinción y su población ha descendido alarmantemente desde la década de los 70 debido a su alta demanda comercial y la pesca descontrolada.
El estudio divide el análisis de la fauna en zonas tropicales y zonas templadas, lo que permite comprobar que la población mundial de fauna tropical ha disminuido un 70% desde 1970 hasta el año 2008 mientras que la fauna de climas templados se ha incrementado el 31%. Un desequilibrio que rompe los ecosistemas a nivel mundial e introduce cambios peligrosos.
Este completo informe destaca que el aumento de esta población no «significa necesariamente que los ecosistemas templados se encuentren en mejor estado que los tropicales». Para los investigadores, esta tendencia está ligada a tres fenómenos: una línea de investigación reciente, diferencia de trayectoria de grupos taxonómicos, la conservación notable y la reciente estabilidad relativa.
Según «Living Planet Report 2012», las especies terrestres en general han disminuido en un 25%. Dentro de esta proporción, las especies terrestres tropicales han disminuido en un 45% mientras que las de clima templado han aumentado un 5%.
Pero el koala no es la única especie terrestre tropical amenazada. Como se ha apuntado antes, la población global de tigres se ha reducido un 70% en los último 40 años, y los factores son la caza indiscriminada y la destrucción de su hábitat natural.
La vida marina también ha decrecido en índices globales en un 20%, esto basado en 2.395 poblaciones con más de 676 especies. En este renglón, el índice de animales marinos de zonas tropicales ha descendido en un 60%, mientras que los de zonas templadas han aumentado en un 53%.
La fauna de hábitats de agua dulce es la que ha disminuido en mayor proporción en comparación con otros ambientes. Según «Living Planet Report 2012», en un estudio de 2.849 poblaciones con más de 737 especies —entre ellas aves, peces, reptiles, anfibios y mamíferos—, se puede comprobar que ha decrecido un 37% en cuatro décadas. La fauna tropical de agua dulce ha disminuido en un 70% mientras que la de zonas templadas ha aumentado en un 36%. Uno de los animales de agua dulce afectado es el delfín de río, que en general habita en el curso de los ríos más largos del mundo, como el Ganges, Indo, el Yangtsé, el Mekong y el Amazonas.
Este informe debería servir para remover conciencias, alertar a los responsables y tomar nuevas medidas que nos permitan preservar estas especies y sus ecosistemas porque nada de esto es inevitable. De hecho, está en nuestras manos cambiar estas tendencias de destrucción y extinción. No se logrará sin una conciencia global, sin que todos aumentemos nuestros niveles de conocimientos y capacidad de comprensión, que esto se traduzca en acciones efectivas y reales y no sólo buenas palabras.