El efecto Trump
Los estímulos fiscales que introdujo el presidente Donald Trump en 2017 mediante la Ley de Reducción de Impuestos y Empleo, ha proporcionado uno de los grandes logros económicos: las empresas estadounidenses repatriaron 1 billón de dólares a los Estados Unidos, de acuerdo a los datos del Departamento de Comercio. Todavía quedan otros 3 billones que podrían volver al país, con la consiguiente explosión de prosperidad.
Los bancos de inversión y los think tanks estiman que las empresas estadounidenses tenían entre 1.5 y 2.5 billones de dólares en efectivo en el extranjero en el momento en que se promulgó la ley que recortó los impuestos en el país. El cambio de tributación ha sido el gran revulsivo que utilizó Trump para atraer de nuevo las inversiones hacia Estados Unidos. Mientras que antes de la ley, la anterior Administración de Obama incentivó a las empresas para que mantuvieran sus ganancias en el extranjero porque debían pagar aquí un impuesto del 35% al recuperarlo y podían diferir el pago manteniendo los fondos en el extranjero, Trump cambió todo eso al aplicar un recorte de impuestos para esos fondos. Mantener el dinero fuera ya no tenía tanto sentido mientras que traerlo de regreso conlleva numerosas ventajas fiscales y de inversión. La ley de Trump estableció una tasa impositiva única de 15.5% sobre el efectivo y de un 8% sobre activos no monetarios o no líquidos. El resultado ha sido ese billón de dólares repatriado y recuperado para la economía estadounidense. Que no es moco de pavo.
El impuesto sobre las ganancias en el extranjero se pagaba durante ocho años, ya fueran los fondos repatriados o no. En el futuro, las empresas solo tributarán sobre las ganancias en los Estados Unidos.
Es cierto que la tasa de repatriación es algo más lenta de lo esperado inicialmente por la Administración, dado que los impuestos a pagar en los Estados Unidos es sólo un factor en la decisión de las empresas de mantener sus ganancias en el extranjero o traerlas de regreso. Algunas compañías, como Chevron Corp. y Archer Daniels MidlandCo., han invertido durante mucho tiempo sus beneficios en el extranjero en fábricas, equipos y otros activos en el exterior que probablemente no se moverán demasiado. Otras empresas sostienen que necesitan fondos en el extranjero para adquisiciones, retiro de deudas y expansión en mercados en crecimiento. Además, los reguladores extranjeros requieren que los bancos y otras compañías financieras mantengan importantes reservas de capital en el extranjero. Esas empresas no planean traer mucho efectivo a casa. Pero, aun teniendo en cuenta todo eso, el nivel de repatriación de dinero a Estados Unidos ha sido un éxito muy importante de Trump, que probablemente siga recogiendo beneficios en el futuro gracias a su política inteligente de bajos impuestos y alicientes fiscales.
Uno de los problemas que impiden que el dinero fluya más, incluso sin que el gobierno federal grave nuevos ingresos extranjeros cuando es transferido de vuelta, son los costes de trasladar efectivo a través de las fronteras debido a los impuestos y trabas burocráticas que ponen otros países que se han convertido en verdaderos infiernos fiscales (por ejemplo, España), ya que sus gobiernos imponen impuestos elevados y confiscatorios sobre los dividendos pagados a las empresas matrices.
Trump ha dado un vuelco a esta situación al cambiar el panorama fiscal en Estados Unidos y apostar por impuestos bajos y eliminar regulaciones para crear nuevos incentivos para invertir en el país. También está presionando activamente a otros gobiernos (muchos de ellos europeos) que tratan de sangrar los beneficios de empresas estadounidenses, por ejemplo mediante la tasa fiscal GAFA, entre otras regulaciones e impuestos.
Otros éxitos importantes de la política del presidente Trump han sido la reducción del déficit de la cuenta corriente y que en sólo tres años haya logrado que la economía de Estados Unidos crezca y salte de una quinta parte de la economía mundial, con un 21.2% del PIB mundial, y sea una cuarta parte con un 24.8% del PIB mundial; que los mercados bursátiles mundiales hayan ganado más de 17 billones de dólares en 2019; y que el índice S&P haya ganado más del 50% desde que Trunp es presidente, más del doble del rendimiento promedio de mercado del 23% de los presidentes anteriores. Y que casi 650.000 niños criados por madres solteras hayan salido de la pobreza en este tiempo.
Se mire como se mire, la primera presidencia de Trump está llena de éxitos y promesas cumplidas que incentivan a los ciudadanos a votar de nuevo por Trump en este recién estrenado año 2020.