La reconstrucción militar del presidente Trump
Es, sin duda, una de las grandes promesas del Presidente Trump y será uno de los ejes que vertebrarán sus políticas en defensa, política exterior y seguridad nacional: la reconstrucción militar de las Fuerzas Armadas estadounidenses. Nuestros hombres y mujeres de uniforme representan el icono más venerado por el pueblo y son la mayor y mejor fuerza de combate en el mundo, así como los auténticos garantes de la libertad americana, la Constitución y la seguridad de este país y de Occidente.
El Presidente Trump ha sabido captar la necesidad de reconstruir nuestras Fuerzas Armadas en un momento histórico clave y de asegurar los mayores y mejores cuidados a nuestros veteranos de guerra, los cuidados que merecen por su sacrificio y servicios al país. Esta reconstrucción militar nos permitirá aumentar nuestra capacidad militar por encima de otros países con nuevos recursos económicos, humanos y materiales, pero también con nuevos objetivos. Los planes que esta Administración ya está desarrollando, proporcionarán a nuestros líderes militares los medios necesarios para planificar las próximas líneas de defensa y atender las necesidades actuales y futuras.
El plan de reconstrucción será amplio y abarcará al Ejército, la Marina, las Fuerzas Aéreas y el Cuerpo de Marines. También se desarrollará un sistema de defensa antimisiles con innovaciones tecnológicas que nos permitirán defendernos eficazmente de los ataques con misiles de estados como Irán y Corea del Norte, o de grupos terroristas como el ISIS o Al Qaeda.
Durante años no se han tomado las medidas adecuadas para aprovechar todo el potencial de la cibernética para proteger las infraestructuras críticas de la nación y hacer frente a los ataques extranjeros. La guerra cibernética, que se libra diariamente, se verá reforzada con medidas para salvaguardar nuestros secretos y sistemas de seguridad nacional. Con el Presidente Trump, será una prioridad desarrollar capacidades cibernéticas defensivas y ofensivas en nuestro Comando Cibernético, así como el reclutamiento de los mejores y más brillantes cerebros para que sirvan en esta área crucial.
Para entender la necesidad de esta reconstrucción militar debemos ser conscientes de que los recortes que aplicó la anterior Administración de Obama fueron enormes, tanto en el ámbito económico como en el ámbito de personal, debilitando las Fuerzas Armadas. Por esta razón, la reconstrucción militar es una prioridad absoluta para la Administración Trump. ¿Qué se va a priorizar? En el Ejército de Tierra se aumentarán los efectivos desde los actuales 450.000 soldados hasta los 540.000 aproximadamente. La US Navy (Armada) recuperará algunos proyectos cancelados y otros nuevos para llevar la flota actual de 274 buques que ha dejado Obama a una flota de unos 355 buques. Esto incrementará la potencia naval estadounidense y hará posible extender zonas de seguridad más amplias en todo el mundo. A los diez portaaviones nucleares de la clase Nimitz que integran la flota se unirá el que será el primer portaaviones de la clase Gerald R. Ford, que incluirá las más avanzadas tecnologías disponibles. Un nuevo submarino, como poco, entraría en el paquete de nuevos proyectos, así como dos nuevos buques de asalto anfibios, de clase America.
La Fuerza Aérea, que cuenta con menos de 1.100 aparatos, deberá aumentar hasta 1.200 aeronaves de combate y pasar de una fuerza de 317,000 aviadores a 350,000 en los próximos siete años. El Cuerpo de Marines tiene por delante el reto de superar los 182.000 efectivos actuales, 24 batallones, y acercarse a 36 batallones, lo que representa miles de marines, además de nuevos buques especializados en distintas operaciones militares, nuevos equipamientos, transportes y la sustitución de helicópteros, como el CH-53H por la versión K, entre otros. También se atenderán necesidades en las áreas de ciberguerra y guerra electrónica, en las alas aéreas embarcadas en los portaaviones, y se enfrentarán de una vez por todas algunos graves problemas de carácter tecnológico que han frenado programas importantes.
La estrategia de la Administración Trump en materia de defensa incidirá especialmente en la modernización del arsenal nuclear, con énfasis en la seguridad y el mantenimiento de todo el equipamiento, ciberguerra y fuerzas navales expedicionarias.
Esta reconstrucción militar global se hará de forma progresiva en los próximos años con nuevas adquisiciones, modernización y reclutamiento activo con alicientes. Una de las claves será un presupuesto más ajustado y realista, no necesariamente con más gasto, pero sí inversiones estratégicas más inteligentes en áreas decisivas, que es lo que quiere potenciar el Presidente Trump.
Sin olvidar los mayores recursos médicos, educativos y de empleo que se destinarán a los veteranos de guerra y sus familias. Esta Administración transformará el Departamento de Asuntos de Veteranos para satisfacer las necesidades de los miembros del servicio armado del siglo XXI. La reforma que nos permite despedir a los corruptos e incompetentes ejecutivos que dejaron a nuestros veteranos abandonados, es el primer paso para modernizar la burocracia y capacitar a los médicos y enfermeras que aseguren que nuestros veteranos reciban la mejor atención disponible. Una reconstrucción humana que saldrá pocas veces en las portadas de los medios y la prensa, pero que bien podría ser la más importante emprendida por el Presidente Trump, que va a cumplir sus compromisos con nuestros veteranos y con nuestras Fuerzas Armadas.