Entrevista a James Nava para Punto de Libro
Les dejo aquí en exclusiva la entrevista concedida a la revista literaria Punto de Libro, que en su anterior número ya presentó y recomendó «El agente protegido» a los lectores, y que ahora completa la información en su número de mayo con esta entrevista. Se incluye la presentación que ha realizado la revista como preámbulo a la misma.
Entrevista a James Nava para Punto de Libro:
En el número anterior de nuestra revista os hablábamos de un thriller repleto de acción, pero también de admiración y exaltación de la naturaleza y de los paisajes del oeste americano. La novela, titulada «El agente protegido», no era la primera que reseñábamos de su autor. Hace casi tres años incluimos en nuestro nº 6 un comentario sobre «Lobo Gris», su tercera novela. Y ahora, al repetir la experiencia, hemos tenido la oportunidad de hacerle algunas preguntas a James Nava.
Con cuatro obras publicadas, James Nava se ha hecho un hueco en la literatura de acción y suspense dando al género un toque muy personal. Aunque es de origen español, desarrolla su vida personal y profesional en los Estados Unidos. Resumiendo mucho, ha sido miembro voluntario de una unidad de elite del ejército, asesor militar y de inteligencia, colaborador en prensa, inversor, analista político, ecologista apasionado y, por supuesto, novelista. Su biografía es una buena pista para adivinar lo que vamos a encontrar en sus obras, una mezcla de muchos temas e intereses, que van desde el espionaje al terrorismo, pasando por la ecología, las tramas políticas y económicas, los movimientos empresariales especulativos, y la pasión por la vida salvaje. Si queréis conocer mejor a este interesante autor no dejéis de leer la entrevista que tuvo la amabilidad de concedernos.
Eres de origen español, pero los Estados Unidos son tu casa y allí se desarrolla tu vida. Sin embargo, escribes novelas en castellano. ¿Publicas también en inglés, o para la literatura prefieres el español?
Escribo en castellano porque es mi idioma materno, me gusta y es mi mejor homenaje a mis raíces, más que cualquier declaración ampulosa o grandilocuente. El castellano es un idioma rico y para hacer literatura es una maravilla. Amo este idioma y su capacidad para transmitir.
De momento no he publicado en inglés más que algunos artículos de opinión, pero también entra en mis planes publicar las novelas en inglés para llegar a más lectores.
Para los lectores que aún no te conozcan, el resumen de tu biografía puede ser abrumador: voluntario de un cuerpo de elite del ejército, escritor, filósofo, ecologista, analista en temas políticos, de seguridad y defensa…
¿Con qué rol te identificas mejor?
Todos forman parte de mí y me identifico con todos estos roles porque así es como me siento completo y me definen mejor.
Tu web oficial permite al lector hacerse una idea de los temas que te interesan. Allí, como en tus novelas, se descubre enseguida tu amor por la naturaleza, y tu pasión por los temas militares y de seguridad. ¿Se suele sorprender la gente cuando ve en ti dos facetas, aparentemente, tan distintas?
Sí, me suele pasar esto, sobre todo en España, donde parece que los tópicos y algunos prejuicios parecen haber moldeado la opinión de mucha gente. En Estados Unidos hay más lugar para la diversidad y se acepta mejor el que puedas tener distintas opiniones sobre una variedad de temas.
De todas formas, cuando me conocen mejor, lógicamente la sorpresa da lugar a la comprensión. Para mí tan normal es defender la naturaleza como una estrategia militar para garantizar la libertad o la seguridad de los ciudadanos.
Tus intereses son casi tan variados como tus ocupaciones profesionales. ¿Qué te llevó a incluir, dentro de estas últimas, tu faceta de novelista?
Es que no la incluí, venía de serie. Mi faceta de novelista la llevo conmigo desde que tenía diecisiete o dieciocho años. Obviamente no publicaba aún, qué más hubiera querido, pero ya escribía. Bueno, perdón, aprendía a escribir.
¿Cuáles son tus referentes literarios, tus géneros o autores preferidos?
Solemos hacer esta pregunta a nuestros entrevistados, pero en tu caso nos interesa especialmente, por la variedad de temas que conjugas en tus obras.
Todos los grandes autores norteamericanos de géneros diferentes, como Francis Bret Harte, Owen Wister, Mark Twain, Frederick Remington, Jack London, Herman Mellville, Harper Lee, John Steinbeck, Dorothy M. Johnson, Louis L’amour, Frank Gruber, Charles Portis, James Warner Bellah, William Faulkner, Margaret Mitchell…Y los contemporáneos como James Michener, James Jones, Raymond Chandler, Dashiell Hammett, James M. Cain, Elmore Leonard, James Ellroy, Richard Ford, David Simon, Norman Mailer, Miguel Delibes, Stephen King, John Grisham…También Walt Whitman, Emily Dickinson, Ralph Waldo Emerson y Henry Wadsworth Longfellow, en poesía. La lista sería interminable porque hay muchos y muy buenos autores que me gustan.
Aunque tus novelas pueden calificarse de thrillers de acción, en este caso las etiquetas no hacen justicia. Pocos lectores podrían esperar de un thriller una apasionada defensa de la vida animal como la que aparece en «Lobo Gris», o un homenaje a la belleza natural de Montana como la que hay en «El agente protegido». ¿Cuál es el secreto para unir elementos aparentemente tan dispares en una narración?
La naturalidad de los hechos que se narran, su autenticidad, el realismo y la forma en que encajan. Hay que encontrar esos elementos comunes que permiten enlazar la historia sin artificios.
Pese a que ahora sabes que los lectores han acogido favorablemente tus
novelas, ¿nunca sentiste que mezclar acción, espionaje y terrorismo con naturaleza, vida salvaje y ecología pudiera ser arriesgado en términos literarios?
Sin duda lo es porque aún hay muchos lectores que esperan unos patrones muy definidos y si te los saltas, directamente te miran raro o como que te has vuelto majara. Pero hay que superar esa mentalidad y dejarse llevar por la narración, dejarse sorprender, abrir la mente y disfrutar de una experiencia literaria distinta. Al final, todos esos elementos no son incompatibles, se complementan cuando hay una buena historia.
Un elemento muy presente en tus obras es el terrorismo islámico. Aparece como argumento en ³El infiltrado², pero también de manera muy importante en ³El agente protegido². ¿Siguen las heridas abiertas más de diez años después del 11-S? ¿O lo que sigue siendo vigente es la amenaza que ese terrorismo supone para nuestro modo de vida?
Las heridas van cerrando, algunas siguen abiertas, pero lo verdaderamente vigente es la amenaza terrorista, que sigue ahí, agazapada, aparentemente sin peligro pero con el potencial para hacer daño de nuevo a nuestras libertades y nuestra seguridad.
En tu última novela hay una escena reveladora, en la que una profesora
recela de un agente de la CIA que merodea por la escuela, creyendo que puede ser un tipo con malas intenciones. ¿Es este un reflejo de la sociedad americana de la era post 11-S? ¿Los ciudadanos han aprendido que deben dormir siempre con un ojo abierto para detectar cuanto antes cualquier amenaza?
Exacto, creo que es un reflejo de la sociedad americana, pero también de otras después del 11/S y de otras fechas fatídicas marcadas por el terrorismo. Es el signo de la desconfianza al extraño, el miedo irracional y también la paranoia de ver una amenaza en cualquier hombre ante el menor signo sospechoso…o sin signos.
Hasta donde puedas contar, ¿cuánto de tu vida profesional has volcado en tus novelas? ¿Es todo ficción o hay elementos tomados de la realidad? ¿Hay cosas que querrías contar pero sientes que no puedes o debes hacerlo?
He volcado algo…Ok, bastante. No lo suficiente. Diría que hay muchos elementos reales, casi más que ficticios.
Puede apostar lo que quiera a que me gustaría contar mucho más…pero no debo hacerlo. Pero a través de la ficción narrativa encuentro puertas que me permiten hacer buenos guiños y revelaciones. De momento me sirve.
Muchos autores crean un personaje, un agente, un espía, para hacer con él una larga serie de novelas. No es tu caso, ya que en cada novela creas nuevos protagonistas. ¿Crees que aporta más inconvenientes que ventajas ceñirse siempre a un mismo personaje principal? ¿No te ha tentado nunca «tirar» de un viejo personaje para hacerlo protagonizar una nueva historia?
Cada autor es un mundo. No creo que sea cuestión de ventajas o inconvenientes. En mi caso dispongo de muchos personajes interesantes nuevos como para ceñirme solo a uno. Pero sí me gusta la idea de desarrollar algunos de los personajes, presentar su evolución en el tiempo de alguna manera para que los lectores lo retomen y digan: “Ajá, aquí te tengo, qué fue de ti…veamos”, y descubran nuevas vivencias. Esto es algo que sí hago en mis novelas, algunos de mis personajes más icónicos aparecen de forma recurrente aunque no sean los protagonistas absolutos de las nuevas novelas.
Lo que sí es común en tus novelas es la línea ascendente de tensión. Como todo buen thriller, tus novelas comienzan con un ritmo amable, casi bucólico, para ir elevando la tensión hasta acabar en unos capítulos llenos de acción, en los que apenas se puede recuperar el aliento. ¿Es difícil conjugar en una misma novela ritmos tan dispares?
Sí que lo es, me doy cuenta porque empiezo tranquilo y termino al borde de un infarto. Hay que saber plantearse el ritmo adecuado en cada momento y hacerlo real, trasladarlo al lector de forma intensa. Conseguir ese clima no es fácil e implica un esfuerzo de inmersión total en el argumento y de recreación de las situaciones en los detalles importantes.
También es frecuente que tus novelas provoquen en el lector el deseo de conocer un lugar que solo conocen por tus descripciones. ¿Qué te resulta más difícil, narrar un episodio de acción, o describir en un párrafo los majestuosos paisajes de las Rocosas?
Sí, esto me lo dicen a menudo. La verdad que a mí me resulta placentero cualquiera de ellas, aunque la dificultad te asalta en cualquier parte sin distinción. Lo mismo para describir una montaña que un tiroteo o una conversación. La clave es disfrutar todas, y yo lo hago.
Sabemos que nunca hay que preguntar a un padre a cuál de sus hijos quiere más, pero, ¿te atreverías a destacar una de tus novelas por encima de las demás? ¿Hay alguna de la que te sientas más orgulloso, o que te haya dado más satisfacciones que el resto?
Todas me han dado bastantes satisfacciones, aunque de distinta clase. Cada una de ellas es importante en sí misma. Me siento orgulloso de todas.
«El agente protegido» se publicó el año pasado, unos tres años después de «Lobo Gris». ¿Tienes ya algún otro proyecto literario en mente? ¿Habrá que esperar mucho tiempo antes de tu próxima novela?
Sí, lo tengo y no habrá que esperar tanto tiempo. Solo hasta este verano. Le confieso que soy un escritor incansable, así que ya trabajo en la siguiente también, pero para esa habrá que esperar otro año.
Aparte de tu faceta de novelista, sabemos que colaboras con algunos medios periodísticos. ¿Hay algún otro género, como el ensayo o la divulgación, que te tiente?
Me siento cómodo escribiendo ensayo y artículos de opinión. Los disfruto mucho. Me tientan y caigo en la tentación. Qué le voy a contar…
¿Te apetecería que tus libros apareciesen en formato ebook? ¿Qué te parece el libro electrónico, desde la perspectiva del autor?
Sí, me apetece. Venga, vamos a ello…De hecho, está previsto que los ebooks de todas las novelas vayan apareciendo poco a poco. Como autor, encuentro el ebook como un campo lleno de posibilidades, también riesgos, pero es el futuro y hay que saber montarse en él como en esos buenos caballos que corcovean pero te llevan lejos. Pues lo mismo.
Para finalizar, ¿qué le dirías a los lectores que aún no han leído tus
obras? ¿Qué encontrarán, que no hayamos comentado en esta entrevista, en tus novelas?
Les diría que se animen, que no se arrepentirán, que van a repetir y que disfrutarán leyendo.
Hummmm…seguro que encontrarán mucho que no hemos hablado aquí. Encontrarán amor, amistad, sentimientos, sorpresas y mucho más.