Nutrias de mar
Si hay un animal acuático especialmente valioso, ésa es la nutria. Como suele pasar con estos temas, en su día se publicó un interesante trabajo de investigación en ‘Proceedings of the National Academy of Sciences’, a cargo de Brent Hughes, experto en Ecología y Biología evolutiva en la Universidad de California, Tim Tinker, biólogo de vida silvestre en el Servicio Geológico de Estados Unidos, y otros expertos de la Universidad de California, en Santa Cruz, quienes estudian el declive y la recuperación de las praderas marinas en uno de los mayores estuarios de California, Elkhorn Slough, en la costa central, y que encontraron que la recolonización de las nutrias de mar fue un factor decisivo en la remontada de los pastos marinos.
Estas praderas marinas proporcionan protección a la costa y son un hábitat importante para los peces, pero están disminuyendo alarmantemente en todo el mundo, en parte debido a un exceso de nutrientes que entran en las aguas costeras de la escorrentía de las explotaciones y zonas urbanas. Los nutrientes estimulan el crecimiento de algas en los pastos marinos, que luego no reciben suficiente luz solar. En Elkhorn Slough la proliferación de algas causada por altos niveles de nutrientes es un problema frecuente. Sin embargo, las praderas de pastos marinos se han recuperado y expandido en los últimos años. Los expertos se preguntaban cómo era esto posible en un medio ambiente degradado como Elkhorn Slough. La respuesta la consiguieron Hughes y sus colegas, que documentaron una reacción en cadena notable que comenzó cuando las nutrias marinas empezaron a habitar de nuevo en Elkhorn Slough en 1984.
Las nutrias de mar no afectan directamente a los pastos marinos, pero comen enormes cantidades de cangrejos, lo que reduce drásticamente el número y tamaño de los cangrejos en la ciénaga. Con un número menor de cangrejos para aprovecharse de ellos, los invertebrados como las babosas de mar se hacen más abundantes y de mayor tamaño y dado que éstas se alimentan de las algas que crecen en las hojas de pastos marinos, se mantienen las hojas limpias y saludables. La conclusión a la que llegaron es que el pasto marino es muy verde y próspero donde hay un montón de nutrias de mar, incluso en comparación con los pastos marinos en los sistemas más prístinos sin exceso de nutrientes.
Además de las babosas de mar, abundan pequeños crustáceos conocidos como Idotea, que también son herbívoros importantes de las algas, y que aumentan en número cuando las nutrias de mar controlan la población de cangrejo. Este tipo de reacción en cadena en una red alimentaria es lo que se conoce como «cascada trófica». Precisamente la misma cadena que los seres humanos se cargan cuando meten sus manazas en estos medios naturales.
Los científicos saben desde hace mucho tiempo que las nutrias marinas tienen un gran impacto en los ecosistemas costeros. Su importancia en el mantenimiento de los bosques de algas por aprovecharse de los animales que se alimentan de éstas, se encuentra muy bien documentada, pero este estudio puso de relieve que las nutrias marinas juegan un papel algo diferente, pero igual de importante en los ecosistemas estuarinos como Elkhorn Slough, proporcionando otro ejemplo de cómo las fuertes interacciones ejercidas por las nutrias marinas en sus presas invertebradas pueden tener efectos en cascada, con inesperados pero profundos cambios en la base de la cadena alimenticia.
Estos estudios son importantes para seguir aprendiendo sobre la fascinante cadena que forma la vida animal y lo importante de mantener ésta íntegra. También nos recuerda la influencia de las nutrias marinas y la necesidad de protegerlas.