Confianza en las fuerzas armadas
La confianza es el gran activo de las personas en la vida. En Estados Unidos la confianza lo es todo. Por eso es tan importante y tiene tanto significado que los estadounidenses concedan su máxima confianza a las fuerzas armadas.
Según una encuesta de Gallup, que ha realizado un amplio estudio sobre la confianza que demuestran los estadounidenses en las distintas instituciones del país, las fuerzas armadas norteamericanas es la institución en la que más confían los ciudadanos. Y no es la primera vez que esto sucede. Una vez más los militares son la gran garantía en la que confían los estadounidenses y los que generan más confianza. No es casualidad. Le siguen como dignos de confianza los pequeños empresarios y la policía, algo que rompe con esa manipulación descarada que se hace tantas veces desde los medios de comunicación y algunos sectores sociales para desprestigiar estas instituciones. En el caso de los ataques a la imagen de la policía, de escándalo, pero aún así los ciudadanos confían en los cuerpos policiales. Por algo será, ¿no le parece?
Según la encuesta de Gallup, que desde hace treinta años realiza esta encuesta sobre la confianza en las instituciones, para el 72% de los entrevistados los militares generan mucha o bastante confianza, que es un buen dato teniendo en cuenta la cantidad de diversidad social que hay ahí fuera. Por decirlo suavemente.
De las 15 instituciones que se han valorado, tres de ellas han mejorado su puntuación con respecto a mediados de la década de los noventa, a saber: los militares, los pequeños empresarios y el sistema policial. Otras 12 instituciones empeoraron su nivel de confianza entre los ciudadanos: el Congreso, el Tribunal Supremo y las instituciones religiosas. Es una acertada radiografía social de cómo marcha el país en cuestiones de confianza ciudadana.
Que la política está hecha un asco y genera nula confianza, es una realidad. Ahí están los datos: el Congreso es la institución con peor confianza, sólo alcanza un 8% de ciudadanos que dicen tener mucha o bastante confianza. Esto son 31 puntos menos que en 1985, y 13 menos que en 1995. Algo tremendo.
El Tribunal Supremo también ha perdido confianza de los estadounidenses. En 1985 el 56% declaraba confiar mucho o bastante en su labor; una cifra que fue bajando al 44% en 1995, 41% en 2005 y, finalmente, el 32% en 2015. A poco que Obama o los demócratas sigan nombrando jueces progresistas, terminarán de hundir la credibilidad del más alto tribunal del país.
La Iglesia y otras entidades religiosas también han perdido confianza, pero siguen manteniendo unos datos aceptables: en 2015 el 42% de los entrevistados ha dicho confiar mucho o bastante en ellas. Una cifra que es 24 puntos por debajo del 66% de 1985, y 11 puntos menos que en 2005. Es el resultado de una diversidad que diluye los valores tradicionales en aras de lo políticamente correcto y la sociedad light.
La Presidencia mantiene un aceptable 33% de mucha o bastante confianza de los ciudadanos. Un buen dato teniendo en cuenta quién se encuentra enredando en el Despacho Oval actualmente. Y es que la Presidencia es más fuerte y creíble como institución que la persona que la ocupa temporalmente.