Una de las designaciones realizadas por la Administración Obama recientemente con mayor alcance ha sido la de Michael Sheehan como responsable del Pentágono para supervisar las operaciones especiales en la guerra contra el terrorismo, en concreto contra Al Qaeda y otros grupos subversivos.
Sheehan se haría cargo de coordinar las operaciones clandestinas terrestres y con aviones no tripulados contra los talibanes y los terroristas que actúan en Pakistán, Afganistán y Yemen, entre otros puntos calientes.
Este cargo es uno de los más importantes en el esquema militar actual, por la relevancia de las operaciones especiales que se desarrollan y actualmente lo desempeña Michael Vickers, un veterano oficial de la Agencia Central de Inteligencia (CIA); el título oficial es el de subsecretario de defensa para operaciones especiales, conflictos de baja intensidad y capacidad interdependiente, y es esencial en la supervisión de operaciones secretas, op-black, tanto de operaciones especiales de las Fuerzas Armadas como de la comunidad de Inteligencia.

Michael Sheehan, es un experimentado exmiembro de los Boinas Verdes del ejército, graduado en la Academia West Point, sirvió en operaciones en Panamá, El Salvador, Somalia y Yemen, entre otros destinos y escribió un libro en 2008: «Crush the Cell: How to Defeat Terrorism Without Terrorizing Ourselves» (Destruye la célula: cómo vencer al terrorismo sin aterrorizarnos entre nosotros), que incluía una nota del embajador Richard Holbrooke, fallecido recientemente, que dice así:
«Mike Sheehan es la persona que hubiera querido tener como colaborador cuando trataba de detener terroristas»: Holbrooke calificó el libro como un «manual para el próximo presidente». También cuenta con una amplia experiencia como asesor en contraterrorismo en el Consejo de Seguridad Nacional, el Departamento de Estado y el Departamento de Policía de la ciudad de Nueva York. En la actualidad trabaja en su propia firma consultora en Nueva York, Lexington Security Group. Por su parte, Michael Vickers está a la espera de ser confirmado para un alto cargo de Inteligencia en el Pentágono.

En los últimos años las operaciones especiales han adquirido una especial importancia en la acción militar de Estados Unidos, con las que se persiguen objetivos vitales en la política exterior y militar. En particular, las operaciones contra Al Qaeda, la insurgencia iraquí, los talibanes y los narcotraficantes latinoamericanos, han centrado muchas de sus acciones.
Estas operaciones especiales se reparten entre el personal de varias ramas de las Fuerzas Armadas, dependientes del Comando de Operaciones Especiales Conjuntas (JSOC), que incluyen a los Delta Force, Rangers, Boinas Verdes, SEALS, Marines y unidades de la Fuerza Aérea, y de varias agencias de Inteligencia, entre ellas la CIA y la DIA.
Es, pues, uno de esos cargos de los que dependerá que tales operaciones se sigan efectuando con la discreción y eficacia que requieren y que se ha logrado hasta ahora.