La tendencia actual apunta a que la fabricación industrial y tecnológica se está trasladando de nuevo hacia Estados Unidos. Muchas son las empresas que ya están radicando sus productos aquí, volviendo al clásico Made in USA, que conlleva una calidad superior y ventajas indudables.
Una de las empresas punteras que está apostando por esta estrategia es Apple, defendida abiertamente por su actual director Tim Cook. Desde hace algún tiempo algunos de los nuevos iMac están fabricados en Estados Unidos; dos de las razones para ello esgrimidas por el propio Tim Cook, es el mayor control sobre posibles filtraciones de seguridad e información sensible, y que fabricar en China empieza a no ser tan rentable como hace años.

De esta forma, no sólo los nuevos modelos de iMac, el Mac Pro y el Mac Mini, ya se están ensamblando en Estados Unidos sino que muchos de sus componentes también serán fabricados por medio de subcontratas. Estados como Arizona, Tejas, Illinois, Florida y Kentuky son algunos de los beneficiados por los empleos que se crearán. Apple invertirá 100 millones de dólares para impulsar esta estrategia de fabricación. Con ello se pretende evitar las filtraciones de seguridad y el espionaje industrial que tanto daño han hecho a la compañía al fabricar en el extranjero. Así, las novedades de Apple, tanto en iMac como iPhone, serán realmente novedades y marcarán de nuevo la diferencia con respecto a la competencia. El Made in USA viene a aportar mayor valor añadido y beneficios de empleo y económicos a Estados Unidos.