Deportista del año 2015
El año 2015 pasará a la historia como el año de la vergüenza y en el que el lobby feminista ha hecho gala de su influencia. Si hace unos días era la revista Time la que llevaba en portada a Angela Merkel, el último ejemplo de despropósito e injusticia lo ha cometido Sports Illustrated.
Les cuento la historia brevemente para que ustedes vean a los límites que estamos llegando con la tontería feminista, que es mucha y cada vez más grande:
Durante varias semanas los ciudadanos han votado por el deportista del año. Ya les conté aquí mismo que American Pharoah, ese caballo espléndido que ha ganado la Triple Corona este año, era el gran favorito por sus méritos inigualables. Tras las votaciones populares, American Pharoah ha arrasado y puesto en evidencia a sus competidores. El caballo ha conseguido 279.728 votos; o lo que es lo mismo: 243.000 más que Messi y 253.000 más que Curry.
¿Y qué es lo que ha sucedido? Pues que los responsables de la revista, influidos vergonzosamente por el lobby feminista, han elegido a Serena Williams como mejor deportista de 2015. ¡Agárrense! Con la miseria de 5.571 votos. Han leído bien. Comparen: American Pharoah ha logrado 279.728 votos populares. Serena Williams 5.571 votos. Pues para los directivos de la revista (que quieren congraciarse con el lobby feminista y ser muy cool en esto de mostrarse los más modernos), van y eligen a la Williams. Y eso con una diferencia de votos abismal entre el ganador real y la que ellos han elegido. De escándalo para arriba. No es de extrañar que las redes sociales bulleran estos días con semejante injusticia. Un auténtico clamor que corea aquello de: ¡tongo, tongo! ¡robo, robo!
Esto es lo que hace el lobby feminista y cuantas apoyan este movimiento: manipular, tergiversar e imponer. Pura dictadura. Menos mal que cada vez más gente tiene claro que la realidad va por un camino y el feminismo por otro muy distinto.
El robo a American Pharoah es una señal más de esa influencia peligrosa del lobby feminista que hay que combatir abiertamente y sin medias tintas.