Sí, lo ha vuelto a hacer, una más, y no es la primera. Ya se retiró cobarde y vergonzosamente de Iraq. ¿Será ésta la última?
El presidente español, José Luis Rodríguez Zapatero, ha vuelto ha demostrar internacionalmente su sobrada capacidad para meter la pata y actuar con absoluta deslealtad hacia los aliados europeos y Estados Unidos.
La retirada de unos 620 soldados españoles de Kosovo es un botón de muestra más de la inoperante e ineficaz política de defensa que desarrolla el gobierno de Zapatero, y a la que la ministra Carme Chacón pone rostro y decisiones entre el ridículo y el esperpento. El rostro de la ineficacia, la metedura de pata y la ignorancia llevada al extremo de la idiotez. Su patinazo ha sido antológico, de los que hacen época.
Una decisión mal tomada, a destiempo, mal explicada, y peor coordinada, seguida de una desautorización a la ministra y marcha atrás ante el enfado del gobierno del presidente Obama. Al menos la pantomima que representa Zapatero con el Demócrata, haciéndose pasar por un aliado fiable, ha servido esta vez para que rectifique una decisión lamentable, respecto a los plazos de retirada y la forma de hacerlo.
¿Se puede pedir más? No se angustie, seguro que la próxima vez Zapatero sorprenderá con otra deslealtad, alguna otra tontería, u error mayúsculo. No tema, no habrá que esperar demasiado. Este gobierno español se las pinta solo para hacer el ridículo y dejar en evidencia su falta de claridad de ideas y desorganización interna.