Uno de los factores que está dinamizando la vida cultural en todas partes, ya sea en Estados Unidos, España u otros países, son los blogs literarios que informan y reseñan acerca de los libros con una pasión, compromiso y entrega que se echa en falta incluso en medios de comunicación tradicionales y más grandes (periódicos, revistas, TV, radio…).
Esto está teniendo diversas consecuencias, entre otras que cada vez más las editoriales planifiquen sus promociones teniendo en cuenta estos blogs literarios, que son el escaparate y la voz que permiten llegar a un público objetivo interesado en la lectura. Esto, que en realidad es algo simple y sin mayor complicación, está suscitando cierto debate entre editores y blogueros. O habría que puntualizar, entre algunos editores y algunos blogueros.
Como sucede en casi todo, se cruzan los intereses y la actitud de las personas. Así, encontramos a blogs que presumen de independencia, objetividad y buen hacer, pero se “venden” a ciertas editoriales grandes, sólo porque les suministran ejemplares gratuitos de sus novedades o son invitados a diversos actos de presentación, y ni siquiera prestan atención a aquellas otras editoriales que les informan de sus libros honestamente pero que no pueden destinar cientos de ejemplares a promoción, provocando una discriminación y parcialidad evidentes. Por supuesto, están en su derecho de actuar así, pero pierden esa autoridad de decirse portavoces de la cultura y los libros. En el otro extremo encontramos editoriales que sólo buscan la colaboración fácil y el aplauso de esos blogs a los que miman con sus ejemplares de promoción y otros “regalos” u obsequios, pero que niegan el pan y la sal a los blogs que tienen menos audiencia o seguidores o que publican reseñas no del todo positivas o claramente negativas de sus libros.

Desde mi punto de vista es perfectamente legítimo que un blog solicite un ejemplar de promoción para leerlo y reseñarlo, pero es un criterio que debería ser flexible. Los blogueros/as deben entender que no es lo mismo pedir ejemplares a una gran editorial, que tiene miles de ellos y puede permitírselo, que a una editorial pequeña o mediana, que dispone de una cantidad muy limitada para esa promoción y debe afrontar unos costes muy elevados que a veces ni siquiera se compensan con el compromiso de esos blogs de publicar sus reseñas en un tiempo razonable. Todos sabemos que hay blogs que eternizan la publicación de reseñas tanto tiempo, incluso meses o más de un año (sólo en algunos casos justificado), que en realidad pierde todo efecto de promoción. Por no hablar de los que solicitan más libros de los que se pueden leer en buenas condiciones para ser reseñados con calidad.
Por otra parte, es evidente que las editoriales están en su derecho legítimo de seleccionar aquellos blogs a los que entregan ejemplares de promoción, por afinidades, gustos, amistades, porque simplemente encajan en el perfil de medios que necesitan para promocionar o porque los responsables de esos blogs se muestran interesados en leer determinados libros. Pero esto tampoco puede ocultar una realidad que es condenable y una práctica habitual entre editores: marginar a los blogs con menos seguidores y a los que realmente publican reseñas objetivas e independientes. Muchas editoriales buscan la publicidad a toda costa sin encajar bien las críticas o los comentarios distintos que expresan los blogueros y los lectores en esos blogs.
En mi caso personal, puedo afirmar que desde la editorial que me publica, Sniper Books, tratan de hacer las cosas de una forma lo más equitativa y justa posible en esta relación con los blogs literarios. Así, desde que se empezó la promoción en ellos, siempre hemos dado la oportunidad de reseñar a todo tipo de blogs: de literatura más formal, enfocado a bestsellers, a literatura adulta o juvenil, con muchos o pocos seguidores, con gran calidad en sus reseñas o con un poco menos de calidad pero con evidente voluntad y compromiso con los libros. Siempre que ha sido posible, y cuando lo sea en el futuro, se les ha entregado ejemplares de promoción, salvo cuando se han agotado. En esto Sniper Books mantiene un criterio estricto de entrega a quienes lo solicitan primero y demuestran más compromiso y profesionalidad a la hora de reseñar, con una lista de aspirantes en la que nadie es más que nadie y todos los blogs tienen iguales oportunidades cuando muestran un interés real en informar, reseñar o entrevistar.

En este debate abierto en la blogosfera, sobre blogs que sólo parecen desear conseguir ejemplares gratuitos para leer (o venderlos o intercambiarlos después), creo que en la mayoría de los casos esto no es así y que los blogueros/as son realmente personas entusiastas de los libros que desean hacerlo lo mejor posible y buscan esa facilidad para reseñar. También es cierto que hay algunos blogs montados con ese espíritu de aprovechar la promoción de las editoriales para leer gratis, afortunadamente son los menos. Pero sí sería recomendable que muchos blogs a los que no llegan ejemplares de promoción, ya sea de grandes o pequeñas editoriales, se mostraran más objetivamente comprometidos con la difusión de novedades e incluso de reseñar éstas sin necesidad de que les envíen ejemplares. Hay algunos blogs que se comportan realmente con una integridad digna y reseñan libros tras comprarlos, en un acto que sí demuestra el compromiso con la cultura y con los libros que realmente interesa leer. Puedo afirmar todo esto desde mi experiencia en Sniper Books y decir que en el mundo de los blogs literarios, en general positivo, hay buenos blogeros/as y blogs, con buen criterio, independencia, compromiso y muy buen hacer, y otros que no lo son en absoluto y muestran claros prejuicios, parcialidad, discriminación,
comportamiento deshonesto y una evidente acción de perjudicar cuando no consiguen sus propósitos o alguna editorial o autor les caen mal. Algo que tiene su contraprestación idéntica en algunas editoriales, cuyo comportamiento deja mucho que desear y entre las que afortunadamente no está Sniper Books, que está tratando de construir una relación de igual a igual con los blogs literarios, buscando colaborar con aquellos que pueden encajar la promoción del tipo de libros que publica o que simplemente se muestran interesados de verdad en colaborar.
Durante este tiempo de promoción la editorial y yo hemos podido conocer mucho mejor la blogosfera literaria, identificar los buenos blogs, los malos, los que colaboran con honestidad, los independientes, con los que merece la pena trabajar y con los que no, los que encajan en nuestra línea editorial y los que no quieren encajar porque no les da la gana (sectarismo puro y duro), los que de verdad no encajan ni a presión, los que informan abiertamente y los que parece que no les entra un piñón por el culo, los que reseñan de maravilla y siempre te sorprenden aun cuando a veces no compartas sus opiniones, los que creen que lo hacen estupendo y se ponen estupendos pero en realidad dan pena y son horrorosos, los que le ponen voluntad y pasión y lo hacen mejor de lo que se les reconoce en la blogosfera, los que están por amor a los libros, a todo tipo de libros, y los que sólo admiten “algunos libros”, los que tienen reseñas con buenos contenidos y son comentadas ampliamente por sus seguidores…o no, pero igualmente son buenos, los que luchan por hacerse un hueco y mejoran cada día, los que llevan años y se piensan (mal pensado) que son los amos del cotarro, los elitistas que reseñan auténticos ladrillos literarios (¡hay que tener valor!), los elitistas sin prejuicios que también reseñan best sellers con alegría, los valientes que se atreven con todo y marcan tendencia, los que van de salvadores de los libros y la cultura pero manipulan todo lo que pueden y un poco más, los que abren generosos sus puertas a los autores, los que se piensan que tienen la séptima maravilla del mundo y las cierran, los esnobs, los que se lo trabajan y destacan…los distintos, variados y plurales blogs literarios que dan vida al fenómeno cultural más vivo y emocionante de los últimos tiempos.