La aviación y la exploración espacial siempre han formado parte inherente del desarrollo de Estados Unidos, hasta el punto de que nada sería igual sin las grandes hazañas logradas en este país y la evolución de la industria aeronáutica y espacial. Volar y explorar son tan americanos como la tarta de manzana o el Thanksgiving Day. Por eso no es extraño que los grandes saltos en estas materias se sigan produciendo en Estados Unidos.
Una de las próximas aportaciones estadounidenses será el avión más grande del mundo, el Stratolaunch, modelo 351, que tendrá una distancia de 117 metros de ala a ala y servirá de plataforma para algunos cohetes. Se prevé que en 2015 realice su primer vuelo y en 2020 entre a competir en el sector comercial.

El proyecto se está desarrollando en el desierto de Mojave (California) y el avión tendrá una misión decisiva para el desarrollo aeroespacial, la de convertirse en una plataforma de lanzamiento en el aire, desplegando cohetes a casi 10 mil metros de altura. El avión ha recibido el apodo de Roc, el ave legendaria asociada a la mitología persa, tan grande que podía cargar a un elefante con sus garras. Sus dimensiones de 117 metros superarán incluso al H-4 Hercules que Howard Hughes construyó en 1947, y que actualmente conserva el récord. Este avión servirá de plataforma para lanzar un cohete espacial, que está siendo construido por la empresa SpaceX de Elon Musk, a partir de su cohete Falcon 9, a una altura cercana a los diez mil metros, punto a partir del cual el cohete será desplegado y continuará su ruta al espacio, llevando diferentes tipos de carga, y eventualmente, personas.

Se espera que el primer vuelo del 351 Roc se lleve a cabo en el año 2015 y su primer lanzamiento de un vehículo acoplado un año después. Aún habrá que esperar algunos años, en torno a 8, para observar los primeros vuelos comerciales del 351 Roc, pero está previsto que el avión pueda transportar al espacio hasta seis personas por vuelo.
Estos proyectos forman parte de las nuevas iniciativas que están en marcha en el sector aeroespacial, como la fabricación de varios modelos de lanzaderas espaciales y aviones orbitales (Dream Chaser de Sierra Nevada Corporation, New Shepard de Blue Origin, Dragon de SpaceX, CST-100 de Boeing…) y que van a propiciar un salto enorme en esta industria y colocará a Estados Unidos varias décadas por delante respecto a otros países en investigación y desarrollo espacial.