La CIA, Al Qaeda y España
Desde hace años especialistas en inteligencia venimos alertando de una realidad preocupante en España. No, no es porque la estupidez de lo políticamente correcto haya echado raíces en todos los estamentos sociales, sino porque el país se ha convertido en una base logística y de financiación de Al Qaeda.
Todos los movimientos de los yihadistas asentados en España son monitorizados desde hace años por la CIA y otras agencias de inteligencia estadounidenses. Y esto ha sido la clave para la reciente detención de nueve yihadistas la semana pasada en Madrid. La colaboración con el CNI español (Centro Nacional de Inteligencia) ha sido determinante para llevar a buen puerto esta importante operación. Importante porque el jefe de la célula islamista, el marroquí Lahcen Ikasrrien, es uno de los elementos que controlábamos activamente desde que salió de Guantánamo. El individuo en cuestión ya fue detenido en el año 2001 y trasladado a la espléndida prisión de Guantánamo, donde permaneció preso al sol cubano hasta 2005. Una larga temporada que demuestra que estos chicos no se rehabilitan ni a la fuerza y sólo tienen una salida objetiva.
Esta operación ha puesto de relieve que la monitorización continua de las actividades de los yihadistas, realizada por la CIA y otras agencias de inteligencia estadounidenses, son determinantes para lograr buenos resultados y su captura antes de que se les vaya la pinza y cometan ataques terroristas. No todos defienden esta técnica en el gremio, pero los que sí la defendemos y hemos apoyado su puesta en marcha en una amplia gama de objetivos, nos estamos viendo reivindicados con éxitos evidentes y resultados magníficos.
De unos años a esta parte hemos puesto especial atención a la vigilancia de los fanáticos islamistas que salen de Guantánamo y otros confortables centros de detención de terroristas, así como de los que han transitado por países con campos de entrenamiento de Al Qaeda, y es una estrategia realmente efectiva. Esta última operación en España, y las anteriores que se han realizado en los últimos meses, son muestra evidente de ello. Y no es el único país donde se lleva a cabo esta estrategia. Para que luego digan que sólo operamos Predators. Lo que hace la ignorancia y el no saber…
Los yihadistas detenidos en España captaban a otros radicales islamistas y eran enviados a Irak y Siria de forma indirecta, volando hacia algún país vecino y tratando de entrar clandestinamente en estos países para unirse a las filas del ISIS (Estado Islámico para Irak y Levante), que combaten contra los gobiernos de ambos países. En Irak le están dando para el pelo al gobierno de Nuri Al Maliki. No es que nos les hayamos avisado al partir (a ambos gobiernos, el iraquí y el estadounidense), pero en fin, allá cada uno con sus decisiones…
A lo que iba. Lo importante es que en esta operación se ha desmantelado una de las redes internacionales de captación y envío de yihadistas para su integración en las filas del Estado Islámico de Irak y el Levante (ISIL), dado un buen golpe a la base logística de Al Qaeda en España, y detenido a fanáticos peligrosos como el citado Lahcen Ikasrrien e Ismail Afalah, hermano de Mohamed Afalah e Ibrahim Afalah, dos de los terroristas que huyeron tras el atentado del 11-M. Tres hermanos muy unidos en el yihadismo. Ya le digo, lo mejor de cada casa. Los detenidos son españoles, marroquíes y también hay un argentino. Como en un chiste o una ONG. Lo que prefiera.
Con estas detenciones, son ya un total de 20 personas detenidas en España en lo que va de 2014 en relación con la captación y envío de yihadistas a los conflictos armados en Siria, Irak, Mali o Libia, a las que hay que añadir el arresto de otras tres personas en Marruecos. Todos estos arrestos se han producido en cuatro grandes operaciones desarrolladas en enero, marzo, mayo y ahora en junio. Siempre con la colaboración de la CIA y los servicios de inteligencia estadounidenses.
El pasado 30 de mayo, la Policía y la Guardia Civil arrestaron en una operación conjunta desarrollada en Melilla a seis radicales, todos españoles integrantes de una célula que habría logrado enviar al Sahel para integrarse en Al Qaeda al menos a 26 yihadistas. Entre los detenidos en aquella ocasión estaba nuestro viejo conocido Benaissa Laghmouchi Baghdadi, considerado como el primer yihadista español retornado del Sahel tras formarse en un campo de entrenamiento en el desierto del norte de Mali y cuya misión era ahora reclutar a nuevos combatientes ya desde Melilla. Una joya.
Esta ciudad autónoma española, con algo más del 40% de población musulmana, se ha convertido de hecho en un importante foco de captación de terroristas yihadistas por parte de células que trabajan en conexión con otros extremistas, sobre todo en la ciudad marroquí de Nador, aunque no únicamente.
En otra operación el pasado 14 de marzo se desarticuló otra célula internacional muy activa en España y una de las más importantes de Europa en la captación de activistas para participar en la «guerra santa». Siete personas fueron detenidas entonces, tres en Melilla, tres en Marruecos y una en Málaga. En esa operación cayó el cabecilla de la red de captación de yihadistas, Mustafá Maya Amaya y otro hombre fuerte de la red, Abdeluahid Sadik Mohamed, presunto miembro del Estado Islámico de Irak y Levante (ISIL), vinculado a Al Qaeda, que fue detenido el 5 de enero en el aeropuerto de Málaga, adonde llegó procedente de Estambul, y quien formaba parte de otra red hispano-marroquí de captación de yihadistas radicada en Ceuta.
Detenciones que se suman a la muy importante llevada a cabo en agosto de 2012, cuando se detuvo en España al ruso de origen checheno Eldar Magomedov, alias ‘Ahmad Avar’ y ‘Muslim Dost’, el jefe ‘militar’ de Al Qaeda en Europa, quien había sido entrenado en los campos que Al Qaeda en Waziristán, una región montañosa del noroeste de Pakistán de 11.600 kilómetros cuadrados, que linda con Afganistán, y que preparaba un gran ataque terrorista en España, posiblemente en un centro comercial, junto con otros dos habituales de Al Qaeda: el turco Cengiz Yalzin y Muhamed Ankara Adamov, también miembros de la célula.
Como ven, la monitorización de estas bandas por parte de la inteligencia estadounidense está siendo muy efectiva, haciendo más fluida la cooperación con la Policía, la Guardia Civil y el CNI español, así como con las fuerzas de seguridad marroquíes.
Un trabajo intenso de años que está rindiendo frutos y despejando el panorama de alimañas diversas.