Los libros más leídos y vendidos
Uno de los debates abiertos en el mundo de los libros es el que se refiere a las listas de los más vendidos y leídos. La polémica surge porque habitualmente estas listas que se publicitan en grandes centros comerciales, librerías y medios de comunicación, están elaboradas por sus responsables siguiendo criterios, cuando menos, discutibles e incluso abiertamente manipuladores.
Las listas de best sellers se convierten así en una forma de promoción para grandes editoriales y los autores que entran al circuito oficial de marketing masivo. Pero, ¿realmente reflejan los libros más leídos y vendidos? No siempre, ya que hay mucho títulos que son enormemente populares pero jamás los verán en esas listas. Las razones son simples: o bien se tratan de libros de editoriales independientes o de autores que permanecen al margen de los circuitos de marketing habituales y, que por tanto, son marginados de estas listas al no tener el apoyo de grandes grupos editoriales o de medios de comunicación.
La falta de transparencia en la elaboración de las listas de los libros más vendidos y su manipulación para incluir aquellos títulos y autores que las editoriales más grandes y poderosas desean promocionar, está restando mucha credibilidad a las mismas, hasta tal punto que cada vez menos gente se las cree y deciden apostar por la lectura de otros libros que hay en el mercado, que nunca están en estas listas, pero que gozan del apoyo de miles de buenos lectores.
El día que las listas de best sellers incluyan a los autores y novelas de editoriales pequeñas o independientes, que sí son en realidad los más leídos y vendidos, entonces ese día estas listas volverán a recuperar credibilidad y convertirse en un punto de referencia para los lectores. Mientras tanto, parecen llamadas a ser únicamente un medio de promoción más de las grandes editoriales, las grandes cadenas de librerías, poderosos medios de comunicación y centros comerciales. Si éstos quieren volver a vender in situ, entonces necesitarán elaborar listas de best sellers reales y no sólo publicidad encubierta, deberán hacer ese esfuerzo para tener ejemplares de esos libros que buscan los lectores en los mejores espacios, ahora sólo reservados a los grupos editoriales más grandes bajo pago.
Los cambios en las listas de los libros más vendidos es otra de las asignaturas pendientes del sector editorial. Cuando los lectores vean aquellos autores y títulos que están leyendo, que son populares y buscados, volveremos a recuperar la autenticidad de estas listas.
Entretanto, el papel de estas listas se ha vuelto irrelevante y es una auténtica lástima porque son un barómetro fácil y directo para llegar a los lectores, pero ahora mismo tienen más credibilidad una lista de Amazon, los comentarios en los blogs literarios o la crítica de un prescriptor independiente, que las listas de best sellers oficiales. Esta es la siguiente reforma que debería afrontar el sector editorial para conectar de nuevo con los lectores y hacerlos partícipes de verdad, en vez de tomarles el pelo. Aunque en realidad engañar, estas listas no engañan ya a nadie. Hoy, los libros más vendidos y leídos se encuentran recomendados ampliamente en Internet. Sólo cabe esperar esas nuevas listas de best sellers elaboradas por medios independientes (blogs, magazines, críticos, lectores, etc), que serían el siguiente paso lógico, en competencia directa y mucho más realistas que las listas ficticias que publicitan en las grandes superficies, medios de comunicación y librerías.
Si queremos ofrecer a los lectores listas reales de popularidad, entonces necesitamos ampliar esa selección a los libros que realmente son leídos y recomendados por los lectores, o sólo serán meros ganchos publicitarios, como lo son ahora en gran medida.
Actualmente hay libros y autores muy destacados, que se encuentran entre los más leídos, pero que nunca aparecen en esas listas “cocinadas” por editoriales, distribuidoras, librerías y grandes centros comerciales. Darles cabida es un paso en la dirección correcta para potenciar un sector que refleje la realidad y que no sea únicamente marketing y humo publicitario.