Trump y la Cumbre de Redes Sociales
Ha sido uno de los eventos del verano más destacados y que tendrá un mayor impacto a corto, medio y largo plazo. La cumbre de Redes Sociales que el presidente Trump organizó en la Casa Blanca el pasado 11 de julio, ha movilizado a unos 250 líderes digitales muy influyentes y miembros del Congreso, que tienen un punto en común: la defensa de las políticas de Trump.
A los participantes en la cumbre se nos ha tachado por los medios de Fake News, sobre todo los medios progres que están con escocedura de culito por la popularidad y éxito del presidente, como extremistas y han intentado socavar la credibilidad de estos líderes que llegamos a más de 500 millones de personas en todo el mundo.
Los medios progres han censurado la cumbre o tratado de destruirla. No han conseguido ninguna de las dos cosas. La iniciativa de Trump con expertos, líderes digitales y legisladores invitados, ha servido como altavoz para discutir las oportunidades y desafíos que presenta internet y la forma de evitar la censura y la discriminación a las voces conservadoras.
Lo primero que hemos constatado durante la cumbre: Donald Trump es el primer presidente real que hace un uso efectivo de las redes sociales. Con excelente sentido del humor, ése que tanto molesta a los periodistas anti Trump, el presidente puso al descubierto de forma serena la censura y discriminación a que someten las redes sociales y los medios progres a las voces conservadoras. Y dirigiéndose a los líderes digitales, baluartes del mejor conservadurismo, añadió:
“Ustedes están desafiando a los guardianes de los medios tradicionales, le hablan directamente al pueblo. Comunican a los ciudadanos sin tener que pasar por el filtro de los medios. Juntos, llegan a más personas que cualquier emisión de televisión. De lejos. Los felicito»
La cumbre constató esa realidad que todos conocemos: la deshonestidad, parcialidad, discriminación y supresión de voces conservadoras que practican algunas empresas. Y arrancó otro compromiso de Trump, que anunció:
“Hoy dirijo a mi Administración a explorar todas las soluciones regulatorias y legislativas para proteger los derechos de libertad de expresión de todos los americanos. ¡Esperamos ver más transparencia, que rindan cuentas y más libertad!”
Los medios más anti Trump, como CNN, The New York Times, NBC News, o Vanity Fair, entre otros, han tratado de silenciar los mensajes importantes de la cumbre de redes sociales al tratar a los invitados como trolls o fanáticos, divulgando absurdas ideas de conspiración y tratando a los ciudadanos como idiotas sin cerebro. La cuestión es que a día de hoy muchos ciudadanos saben pensar, sobre todo los conservadores, y esos ciudadanos apoyan al presidente Trump.
La realidad que cada día ve más gente es que esos llamados periodistas (hay que llamarlos de alguna manera) son furibundos anti Trump y los que difunden noticias falsas o abiertamente manipuladas. ¿Por qué? Porque su poder e influencia están amenazadas o claramente en declive por el alcance e influencia de otros líderes digitales y líderes sociales, que son en su mayoría conservadores.
Las redes sociales permiten a los estadounidenses pasar por alto a esos guardianes censores de la información con unos pocos toques en un teléfono inteligente, una tableta o un ordenador. Tan fácil como conectar con cualquiera de los nuevos líderes que ofrecemos información veraz sobre la presidencia de Trump.
Como nos dijo el presidente en la cumbre:
“Ustedes se comunican directamente con nuestros ciudadanos sin tener que pasar por el filtro de noticias falsas. Es muy sencillo»
¿Qué vimos en la cumbre de redes sociales en la Casa Blanca? Vimos a líderes con un patriotismo genuino, amantes de la libertad y que creen profundamente en los principios de la Primera Enmienda y en la Constitución. Líderes que quieren lo mejor para los Estados Unidos y, por ello, apoyan a Trump, por los beneficios que está rindiendo al pueblo estadounidense.
Como en todo grupo social, entre estos líderes también encontramos algunos que
superan los límites y se involucran en comportamientos y actitudes que no apoyo. Pero aun así, están haciendo algo muy estadounidense: ejercitan su libertad de expresión. Y lo están haciendo a través del poder transformador de las redes sociales.
La mayoría de los líderes que asistieron a la cumbre son personas que ejercen su libertad de expresión con responsabilidad y tolerancia magnánima a la tontería progre.
Este tiempo nos ha dejado otra realidad: nadie se ha beneficiado más de las redes sociales que el presidente Trump. Su uso de Twitter le permite comunicarse directamente con el pueblo estadounidense, evitando a los periodistas fanáticos hostiles que manipulan la información a su antojo. Trump ha sido capaz de arrebatar el control a los medios progres con un solo tweet. Un logro que será estudiado en las escuelas y universidades.
Más resultados de la cumbre: aunque Twitter recibe la mayor parte de la atención, Trump y los líderes digitales conservadores también están teniendo éxito en plataformas como Facebook, Instagram y YouTube, donde un número cada vez mayor de estadounidenses recibe sus noticias e información de forma directa. Y esta es la razón de las preocupaciones que hay sobre los prejuicios y la censura de quienes manejan las empresas gigantes de la tecnología. Es una cuestión importante porque muchos de ellos odian a Trump y están dispuestos a hacer lo que sea con tal de hacerlo fracasar.
Todos los líderes digitales nos hemos encontrado a veces con el contenido eliminado de nuestras plataformas, redes, etc, por las compañías de medios sociales. Afortunadamente, sabemos utilizar con éxito la presión del mercado para revertir esas malas decisiones censoras.
Hemos constatado, como muchos usuarios, a través de experiencias propias el increíble poder de la izquierda progre de Silicon Valley para controlar la capacidad de comunicación y censura a los conservadores. Y que además tienen como aliados a los medios progres tradicionales.
La cumbre ha servido como una buena oportunidad para debatir los desafíos, cierto, pero también como un momento para celebrar el éxito de las redes sociales y de su uso por Trump y los líderes conservadores.
¿Qué conclusión podemos extraer de la cumbre? Sin duda una de las más importantes es que el presidente nos ha dado la oportunidad de volver a comprometernos con la libertad de expresión, un principio que todos los estadounidenses, y todas las compañías de medios sociales y tecnológicas, deberían adoptar.