Hay muchos tópicos acerca de los hispanos, y uno de ellos tiene que ver con la educación. La realidad es que los hispanos en Estados Unidos sí valoran ésta y se preocupan por incrementar sus niveles educativos, en especial los de los hijos.
El evento “Deja Huella, Edúcate”, celebrado a finales de agosto en la Universidad Estatal de California, Domínguez Hills, en Carson, organizado por cuarto año consecutivo por la cadena de TV Univisión, y patrocinado por la Cámara de Comercio del Gran Los Ángeles, Telefutura, CSUDH, y el periódico Mundo Hispano, da testimonio de ese interés por la educación que sienten los hispanos, al congregar a más de 20.000 personas, en el que se informó a padres e hijos sobre las ventajas de una buena formación.

Eventos como este sirven para que los hispanos conozcan mejor el sistema educativo de Estados Unidos. Por ejemplo, en la cita de este año, muchos padres han podido averiguar que la educación pública gratuita de este país no sólo cubre hasta la primaria, sino que se extiende hasta la secundaria, algo que no siempre es sabido por los hispanos.
El “hambre” de educación e información de los latinos es enorme, como demuestra el interés de miles de personas para conseguir libros de las más diversas disciplinas que fueron entregados durante este evento, y la participación activa en las presentaciones de los programas educativos, desde kindergarden hasta la Universidad.
Sin embargo, ferias educativas de este tipo, siempre positivas, no pueden hacernos perder de vista otra realidad, que señala que uno de los mayores problemas que afrontan los hispanos es el abandono de la educación secundaria por parte de alrededor de la mitad de los estudiantes de esta comunidad antes de su finalización, y que una gran mayoría lo hace principalmente por falta de motivación, además del fracaso académico, entre otros factores. Tal y como apuntan las conclusiones del informe «La Epidemia Silenciosa: Perspectivas del Abandono Escolar», elaborado por la Fundación Bill y Melinda Gates, que recoge una de las opiniones más recurrentes de los 477 jóvenes entrevistados para el estudio: “que las clases son aburridas e irrelevantes para sus vidas”. Recordemos que un millón de estudiantes, aproximadamente, abandona la escuela secundaria cada año, lo que representa uno de cada tres alumnos.

Entre las razones que explican el alto abandono escolar de los hispanos de las aulas, encontramos la escasez de buenos programas de refuerzo de idiomas y que las comunidades en las que viven reciben una atención académica limitada. También la capacitación y motivación de los profesores que enseñan a hispanos necesita de un mayor refuerzo, ya que en muchas escuelas no esperan demasiado de ellos, algo que debe cambiar, al igual que su pasión por contagiar a los estudiantes de ganas de aprender y aumentar el interés por sus clases.
El citado informe apunta que muchos estudiantes que abandonaron sus estudios afirmaron que hubieran logrado terminar la secundaria si las clases les hubieran supuesto un reto y alguien les hubiera ayudado a darse cuenta de su error. Aquí vemos la necesidad de reforzar la motivación del estudiante hispano mediante una escala de valores tradicional, en línea con la que hizo posible la integración y el éxito de generaciones previas de inmigrantes y sus hijos. Valores como la constancia, el afán de superación, el sacrificio, y el esfuerzo.
Tres de cada cuatro encuestados afirmó que no dejaría abandonados los estudios si pudiera volver atrás en el tiempo. Necesitamos inculcar de nuevo los valores que defiende el conservadurismo clásico, como la disciplina, la exigencia, la motivación, y la competitividad, para que los estudiantes hispanos aumenten sus cotas de éxito en el sistema educativo. También es importante la participación de los padres, no sólo motivando a sus hijos, sino observando las escuelas a las que asisten, participando en los consejos escolares, y exigiendo calidad en la educación. Es fundamental impulsar la iniciativa individual y privada frente al estatismo y la organización central del Gobierno, en línea con los principios que construyeron el sistema educativo norteamericano y lo llevaron a la excelencia.

El informe de la Fundación Bill y Melinda Gates recoge que un 35 por ciento de los encuestados, de entre 16 y 25 años, atribuyeron el abandono escolar al fracaso académico, mientras que un 65% los dejó sorprendentemente cuando tenían notas de aprobado. Es evidente que son los valores y la motivación educativa los que están detrás de buena parte del abandono escolar hispano.
La asimilación cultural y el dominio del idioma inglés son esenciales para combatir este fracaso académico, de ahí la importancia de fortalecer ambas desde los primeros años de escuela hasta la universidad.
El sistema necesita de más opciones educativas para los alumnos, sistemas preventivos que detecten el fracaso y el abandono escolar antes de que se produzca, y una mayor implicación de los padres en la educación de sus hijos.