Política de la Presidencia de Trump
La política que va a aplicar el presidente Donald J. Trump abrirá una nueva etapa en la que Estados Unidos llevará la iniciativa en los cambios que se introducirán en áreas concretas en las que se ha hecho muy poco en los últimos años y en las que el liderazgo estadounidense se ha visto mermado por la ineficacia y debilidad de las políticas del expresidente Obama.
La nueva Administración Trump establecerá una nueva relación con Rusia, basada en el respeto mutuo, los intereses de ambas naciones y la lucha contra el ISIS; se abrirá una etapa en la que habrá cambios sustanciales en la Organización del Tratado Atlántico Norte (NATO / OTAN) cuya estructura y objetivos han quedado obsoletos, y en la que es preciso impulsar cambios para garantizar que los países miembros participen más activamente en todas las esferas, incluida la económica, aumentando su gasto en defensa; las medidas para hacer frente a la inmigración ilegal se sucederán con celeridad, se construirá el Muro en la frontera con México y se articularán disposiciones legales para expulsar a inmigrantes ilegales con antecedentes criminales, así como para impedir que entren yihadistas de otros países; se aplicará una nueva política relativa al clima y a los recursos energéticos basada más en realidades científicas comprobadas, necesidades reales en materia energética y menos en discursos bien intencionados e intereses de ciertos grupos alarmistas; todo lo relativo al comercio internacional quedará supeditado al interés nacional de Estados Unidos (America First) por encima de conceptos ideológicos, se cancelarán o renegociarán los tratados comerciales que perjudiquen al país y se sustituirán por otros que aporten beneficios a la sociedad y al comercio estadounidense, el uso de aranceles volverá a ser un arma eficaz para impedir que millones de empleos salgan de Estados Unidos; la relación con China será otro de los ejes de la política exterior de Trump, que combatirá abiertamente la prácticas comerciales dudosas del país asiático, sus ciberataques y desafíos en el terreno militar y de seguridad.
En el ámbito nacional, la Administración Trump tiene marcados objetivos prioritarios en la reconstrucción de las ciudades más abandonadas, en especial en cuanto a infraestructuras y seguridad; así como la reforma del código tributario, la derogación del Obamacare y su sustitución por un sistema de salud más eficaz y menos costoso; una mejor atención a los veteranos de guerra; la vigilancia intensiva de determinados grupos islamistas radicales, mezquitas e islamistas fanáticos cercanos a Al Qaeda y al Daesh; el nombramiento de jueces conservadores y estrictamente constitucionalistas, y la creación de millones de nuevos empleos.
Pero, sin duda, uno de los grandes objetivos de la Presidencia de Trump, es luchar abiertamente contra el establishment corrupto y los intereses que han dominado la política estadounidense e internacional en los últimos años, especialmente contra el establishment mediático que no perdona que Trump ganara la elecciones limpiamente a una corrupta Hillary Clinton que querían colocar en la Casa Blanca a cualquier precio; un presidente Trump al que no controlan y sobre el que no tienen influencia. Derrotar a esos medios que manipulan constantemente las noticias y a los lobbies que los sostienen y los utilizan, es sin duda uno de los grandes desafíos para Donald J. Trump.