El oso polar en Alaska
Uno de los grandes retos en la defensa de las grandes especies en peligro de extinción pasa por el oso polar, sometido a riesgos que van desde la escasez de alimentos, pasando por los cambios del clima hasta la caza furtiva y la destrucción de sus ecosistemas.
Por eso noticias como la que ha lanzado la organización estadounidense Fish & Wildlife Service (FWS), al indicar que el hogar de los osos polares en el Ártico en Alaska será designado como “hábitat critico”, son de una especial relevancia. Esta región engloba alrededor de 484 millones de metros cuadrados de islas barreras, tierra firme, hielo marino en alta mar y zonas de guaridas. La designación de «hábitat crítico» identifica claramente las zonas que necesitan ser protegidas para que el oso polar pueda sobrevivir en un Ártico que se está derritiendo más rápido que en las últimas décadas.
En concreto, el nombramiento final de «hábitat crítico» incluye tres regiones: las islas barreras (islas barreras costeras, y puntas a lo largo de la costa de Alaska); hielo marino (zonas sobre la plataforma continental que utilizan para refugiarse de los humanos), y las guaridas terrestres (tierras en 32 Km de la costa norte de Alaska, entre la frontera de Canadá y el Río Kavik). Se estima que el 96% del hábitat de hielo marino se ha designado como «hábitat crítico».
Según el Centro de Diversidad Biológica, el Departamento del Interior está considerando si permitirá que las compañías petroleras extraigan petróleo en los «hábitats críticos» de osos en los mares Chukchi y Beaufort de Alaska. Una decisión que podría tener consecuencias directas en la supervivencia del oso polar en estos ecosistemas.
El presidente Obama interrumpió proyectos de perforación a principios de 2010, cuando cerró excavaciones petroleras en mar abierto en muchas zonas de aguas costeras de Estados Unidos, como respuesta al vertido de petróleo de BP en el Golfo de México.
Según Fish & Wildlife Service (FWS), el Mar Chukchi y el Mar Beaufort son los únicos lugares en territorio estadounidense con poblaciones de osos polares, y ambos proporcionan un “hábitat crítico” de especial valor para estos animales. Hay unos 1.500 osos polares en el sur del Mar Beaufort, mientras que se desconoce con exactitud la población de osos en el Mar Chukchi.
Los «hábitats críticos» pueden ser el último recurso para la supervivencia de la especie, toda vez que el avance del derretimiento de los hielos es ya una realidad. Más si cabe al tener en cuenta que el oso polar sigue por ahora fuera de la lista de animales en peligro de extinción por decisión de la Administración Obama. Así, la protección y conservación de sus hábitats naturales puede ser la mejor herramienta para salvar al oso polar.