Desde que se inició las guerra antiterrorista contra Al Qaeda y los talibanes, Estados Unidos ha tenido sospechas de los vínculos entre sectores de la Inteligencia pakistaní con ambos grupos, aunque la situación estratégica de Pakistán hacia necesario mantenerlo como aliado sobre el terreno.
Ahora, tras el ataque a la embajada estadounidense en Kabul (Afganistán) el pasado 13 de septiembre por los talibanes, y de un ataque con un camión cargado de explosivos que hirió a 77 soldados estadounidenses unos días antes, contamos con nuevas evidencias que señalan a esta conexión.

Los talibanes que atacaron la embajada estuvieron en contacto telefónico con miembros de los Servicios de Inteligencia de Pakistán (ISI) antes y durante ese ataque. La información que lo confirma ha sido extraída de los teléfonos móviles que los soldados y los agentes de Inteligencia estadounidenses encontraron en el edificio donde los talibanes se refugiaron durante horas tras cometer este ataque. Las pruebas a que se están sometiendo a estos dispositivos todavía siguen proporcionando información de relevancia que confirman la relación de algunos sectores del ISI con la red talibán Haqqani, asentada en Pakistán y que es responsable de la mayoría de los ataques llevados a cabo a través de la frontera con Afganistán.

Estos vínculos, que vienen siendo puestos a la luz por la Inteligencia estadounidense desde hace tiempo, deben servir para impulsar una nueva política que fuerce a Pakistán a una mayor colaboración para erradicar las bases de los talibanes, sin dobles juegos. La prolongación de la guerra en esta región solo se entiende cuando vemos cómo los esfuerzos estadounidenses son saboteados desde sectores de la Inteligencia pakistaní. Con todo, la derrota de los talibanes es un hecho a la que solo cabe añadir la destrucción de sus bases para lograr la estabilidad y la imposibilidad de organización de periódicas campañas bélicas contra las fuerzas estadounidenses e internacionales. Un objetivo que Estados Unidos intenta conseguir de forma prioritaria y que conlleva necesariamente nuevas operaciones sobre el terreno.