Algunos de los trabajos más interesantes que desarrolla la comunidad de Inteligencia en Estados Unidos se centran en aquellos que están enfocados a afrontar los riesgos más latentes para este 2012. En la agenda que se maneja hay numerosos riesgos que preocupan a los analistas y que presentan potenciales factores para desequilibrar el escenario internacional.
En la elaboración de esta agenda de riesgos se tienen en cuenta decenas de informes internos y externos, sobre todo los que elabora la propia inteligencia estadounidense y algunos think tanks especializados. Entre los riesgos para 2012 que nos preocupan están una crisis del euro aún mayor, que podría llevar a la recesión a medio mundo, la inestabilidad política en Arabia Saudí, que puede amenazar el aprovisionamiento global de petróleo, y los posibles conflictos abiertos con Irán, Siria y Pakistán, cuya evolución seguirá ascendente en algunos de estos casos.

Otros riesgos que están en la agenda para 2012 son un potencial incidente entre Estados Unidos y China, la influencia económica de la zona Asia-Pacifico, la guerra en Afganistán, la desestabilización en Irak, la inestabilidad interna en Pakistán, tensiones en Oriente Medio, la intensificación de la crisis con Corea del Norte, la extensión de la violencia relacionada con el narcotráfico originada en México, otra crisis financiera y económica global, la deriva de la Unión Europea, la crisis en algunos países como España, Grecia e Italia, diversos incidentes en África, una posible recesión en Estados Unidos o rebaja en la calificación de su deuda, el papel creciente de las economías latinoamericanas, la expansión del crimen organizado y el terrorismo de grupos e individuos aislados e incontrolados, la actividad creciente y preocupante de Al Qaeda en la Península Arábiga (AQPA), el impacto de nuevas catástrofes naturales y alguna emergencia de carácter tecnológica, entre otros.

Un escenario de riesgos que dibujan un horizonte preocupante y mantendrá a los servicios de Inteligencia estadounidenses en estado de alerta y más ocupados que nunca. Pese a todo, también se presentan oportunidades interesantes en algunos sectores que podrían originar nuevos y sorprendentes escenarios de progreso, mayor seguridad, riqueza, crecimiento y avances democráticos.