Entrevista a James Nava para La Gaceta (1ª parte)
He recibido tantas felicitaciones por la entrevista que concedí en exclusiva al periódico digital La Gaceta (www.lagaceta.es) y peticiones para reproducir ésta íntegramente, sin editar, tal y como quedaron las respuestas a las preguntas de Rosalina Moreno, que he decidido hacer un hueco esta semana en el blog para publicar aquella entrevista aparecida después de la victoria de Donald J. Trump, allá por noviembre pasado.
Debo confesar que es una de las entrevistas que más he disfrutado, gracias en gran parte al trabajo que hicimos codo con codo Rosalina Moreno y yo para editar una entrevista que desbordó la extensión que podía ofrecer La Gaceta.
Esta semana les traigo la entrevista completa, con las respuestas íntegras con las que tuvo que lidiar Rosalina para convertir aquello en algo que se pudiera leer con más fluidez. Confío que la disfruten casi tanto como Rosalina y yo disfrutamos al hacerla para La Gaceta.
A continuación pueden leer la primera parte de la entrevista.
La Gaceta – Por Rosalina Moreno
-Nuevo año, nuevo presidente y cambios para el futuro de EE. UU… ¿El liderazgo de Trump ya está dando frutos? ¿Está dando esperanza?
James Nava: Sí, los está dando de una forma evidente y en varios ámbitos, por ejemplo, haciendo posible que una planta de Carrier A. C. Company se quede en Indiana y los empleos sean para trabajadores americanos. De hecho, Trump va a ser un presidente que ayudará enormemente a la clase trabajadora americana, por la que siente un profundo respeto y aprecio. O en el consumo en el mercado interno, que se ha disparado desde que Trump ganó las elecciones. Lo más evidente fue el repunte de las ventas en el Black Friday, que subieron un 21,6% en comparación al año pasado, con un total de 3.340 millones de dólares, sólo en compras por internet, sin contar las ventas en tiendas físicas. Un desparrame comercial basado en las buenas sensaciones.
El clima de euforia por la victoria de Trump se palpa en el país y se refleja en el optimismo consumista y en las perspectivas de un futuro mejor por parte de los ciudadanos. Hay mucha esperanza en que las cosas van a ir mejor con Trump, y se percibe que así va a ser. Todas las señales e indicadores están en positivo, como los índices bursátiles de Wall Street, que siguen en máximos históricos, el índice S&P 500 supera los 2.000 puntos; el tecnológico Nasdaq los 5.400 puntos y el Dow Jones de Industriales los 19.200. ¡Tremendo! Otro fiasco de los medios, que auguraban poco menos que el desplome de las Bolsas y taquicardias a mansalva… El efecto positivo de Trump ya está favoreciendo a Estados Unidos, también al dólar, que se está fortaleciendo. Y es que hay una euforia en los mercados financieros que se va a trasladar también al resto de sectores productivos.
Otro de los frutos que ya está dando su liderazgo es una mayor transparencia, lo vemos en su selección de candidatos, y en una comunicación directa con los ciudadanos a través de Twitter, sin que los intermediarios adulteren los mensajes.
Esto es importante porque sigue habiendo una elite periodística, empresarial e intelectual que no acepta la victoria de Trump porque se le ha indigestado la democracia americana expresada en más de 62 millones de votos para Trump, y hacen todo lo posible para demonizar su presidencia. Con muy mal resultado por lo que vamos viendo… En línea con el fiasco de la campaña de Hillary que apoyaron con denuedo.
-¿Ha conseguido ya arreglar los desgarros en el Partido Republicano? ¿Y en el pueblo?
James Nava: Trump está demostrando que sabe recomponer las relaciones sociales con encanto y habilidad.
En el Partido Republicano ya ha conseguido que reine otro tono de cooperación. Sus negociaciones y mano tendida a distintas personalidades, que representan diferentes sensibilidades y modos de pensar del GOP, ha logrado que todo se calme y reine un mejor rollo. Trump está contando con todos para hacer el mejor gobierno posible, y está dando oportunidades a todo el mundo, independientemente de que lo apoyaran o no. El caso más visible, Mitt Romney, que lo atacó en campaña, pero al que no guarda ningún rencor. Así es Trump.
Los desgarros sociales en el pueblo estadounidense no se pueden atribuir en exclusiva a Trump, en tanto que muchos otros han contribuido a ello. Ahí tenemos, por ejemplo, a Hillary llamando “Cesta de Deplorables” a buena parte del pueblo, y nadie la exige responsabilidades sobre los “desgarros” que ella ha provocado. En cualquier caso, hay que aceptar la parte que nos corresponde de responsabilidad, y Trump lo ha hecho; sus discursos desde la victoria hasta ahora ha sido moderados e inclusivos, firmes, sí, pero tolerantes y amigables con los votantes, con los que le han votado pero también con los que no. Su tono presidencial quedó patente en el magnífico discurso de la victoria el 9 de noviembre, en el que se mostró respetuoso, reconciliador y generoso. Ese tono y esa actitud no han cambiado. Y es lo que ha hecho posible que su popularidad haya aumentado 9 puntos desde las elecciones, hasta el 46%, según encuestas de Gallup y Morning Consult, que también indican que el 51% confía en la presidencia de Trump. Por el contrario, las opiniones adversas han caído un 15%. Todos estos datos están aumentando los márgenes cada día en beneficio de Trump, y reflejan claramente que los desgarros de la contienda electoral se van superando y que Trump está unificando de nuevo al país. Lo está enamorando políticamente. Al menos a una mayoría. Todos sabemos que hay un sector social y de los medios que jamás le concederán que está haciendo las cosas bien por pura intolerancia ideológica. Pero eso ya lo sabe todo el mundo y no debe preocuparnos.
Trump está demostrando sensibilidad y habilidad para curar las heridas y arreglar los desgarros sociales. Ni siquiera va a necesitar del cirujano Ben Carson, que está ahí por si acaso.
-¿Cómo se ha vivido el primer Día de Acción de Gracias de la era Trump?
James Nava: Con un clima de euforia por una victoria histórica que ha arrollado a Hillary Clinton, al Partido Demócrata (no olvidemos que el GOP ha ganado en el Congreso también) y en contra de todo el establishment, los lobbies y los medios.
Mucha gente estaba radiante porque el poder del pueblo se había hecho evidente y determinante para la victoria de Trump, pero sobre todo porque su elección crea expectativas optimistas de cara al futuro. En Acción de Gracias se ha sentido que hemos recuperado nuestro país de los intereses especiales y que las señas de identidad culturales van a estar más protegidas. El mismo Thanksgiving day se convirtió en una fecha especial para dar gracias por esta victoria que realmente ha salvado a Estados Unidos de una catastrófica y desquiciada Hillary.
Las alarmas que querían crear algunos medios sobre divisiones entre familias, no se han dado o no han sido relevantes. Fue un día de Acción de Gracias especial con mucho que agradecer por la mayoría de ciudadanos.
-¿Qué le parece el equipo de Gobierno que está organizando? ¿Cuál está siendo su estrategia?
James Nava: Trump tiene una estrategia muy clara: quiere a los mejores en su Administración, a los que tengan más méritos y capacidad. Para ello está realizando una selección fantástica de candidatos, con entrevistas directas, y con una enorme transparencia para que el pueblo pueda ver lo que pasa e incluso opinar. Porque la gente se está volcando en opinar a través de las redes sociales, a las que Trump y su equipo prestan atención.
Los candidatos elegidos hasta ahora demuestran el elevado nivel de competencia profesional y talento que está reuniendo para su Administración: Stephen Bannon, Reince Priebus, Jeff Sessions, Michael Flynn, Nikki Haley, Ben Carson, Mike Pompeo, Betsy DeVos, Kate McFarland, Don McGahn, Elaine Chao, Steven Mnuchin, Wilbur Ross… Todos son profesionales con amplia experiencia probada y con sólidos principios. Cualquiera puede ver que es un auténtico Dream Team. Y todavía quedan por incorporar nombres que van a sorprender por su buen hacer.
Aparte de esto, le anticipo que la estrategia de Trump no se va a dejar cegar por recomendaciones interesadas o currículums de relumbrón. El cuerpo a cuerpo, las sensaciones son muy importantes para él. De ahí las entrevistas con los candidatos. Pero nunca pierde de vista los resultados. Por eso tampoco le va a temblar la mano en destituir, cambiar o recolocar a aquellos que no aporten resultados positivos o defrauden las expectativas creadas.
Trump da confianza, sí, pero hay que ganársela después día a día con logros reales a la altura de lo que se espera de ellos.
La estrategia que está desplegando Trump es de largo alcance y está demostrando una verdadera visión de país y de futuro.
-!Cómo se le estará quedando el cuerpo a cierta prensa! ¿Siguen alarmando?
James Nava: Sí, siguen alarmando a la mínima que pueden. O sea, todos los días y a todas horas. Ahora, esa prensa manipuladora y que falsea las noticias con descaro y desparpajo ha optado por desprestigiar y demonizar a las personas que está eligiendo Trump. Lo mismo que dijeron de él (racista, misógino, sexista, nazi, loco, payaso, intolerante, xenófobo, etc, etc, etc, créame es un largo etcétera de insultos y descalificaciones), lo están diciendo contra estas personas. En algunos casos de forma redoblada, para ver si así funciona el mensaje y la gente se lo cree. Aquí, en confianza entre usted y yo, la gente es más lista que toda esa manipulación de la prensa progresista, y no se cree ni una palabra. Hay que dar gracias porque la gente se informe libremente y escuche a otras fuentes distintas de las que quieren los poderes fácticos (prensa, lobbies y grupos de intereses especiales).
Ver la cara de los responsables de esa prensa malintencionada y nauseabunda, a esos periodistas que se les ha quedado el cuerpo maltrecho y con cara de mala uva, es un gusto para un votante trumpiano. Se disfruta enormemente ver las expresiones de angustia, enfado, esos lloros incontrolables porque todas sus males artes no han dado resultado y Hillary ha perdido clamorosamente. Esa prensa no se ha recuperado de la victoria de Trump y sospecho que no se va a recuperar de su presidencia. Desde el 8 de noviembre tienen un hueso duro de roer atravesado en la garganta que se llama Donald J. Trump.
-Pero Trump se ha reído en sus caras. De los medios y de la farándula. “Estamos en una habitación llena de mentirosos”, ha espetado ante medio centenar de directores de prensa… No se encoje.
James Nava: No se ha encogido ni en la contienda electoral ni lo va a hacer ahora. Es un hombre valiente. Se ha reído de esa prensa, de esos medios y de esa farándula vocinglera pro demócrata al ganar por todo lo alto y alzarse con la presidencia. Recapitulemos y démonos un alegría al cuerpo: Trump 306 votos electorales contra Hillary 232 votos electorales. Trump puede presumir de ser el candidato republicano con más votos de la historia.
Eso le da la fuerza popular necesaria para decirles las verdades a esos presuntuosos y arrogantes directivos y ejecutivos de prensa lo que siente y lo que además es cierto, que han sido mentirosos y manipuladores hasta la náusea, haciendo una campaña contra él tan dura y despiadada como no se recuerda desde… (espere que haga memoria)….ah, sí desde Reagan. Revelador, ¿verdad?
Que un gran medio de comunicación tenga el poder para llegar a todo el mundo no le hace omnipotente ni conocedor ni poseedor de la verdad absoluta. Eso se lo ha recordado Trump a los manipuladores en jefe de CNN, NBC, The New York Times, The Washington Post, etc, al denominarlos como “hatajo de mentirosos”.
Vamos a decir que ha sido justicia poética. Y no hagamos más sangre.
Además, para ser justos, tampoco olvidemos que en los medios hay muy buenos profesionales que no están de acuerdo para nada con el planteamiento que se ha hecho y se hace para atacar a Trump de forma brutal, pero no pueden enfrentarse a sus jefes, directivos, etc, que marcan las líneas editoriales. Por eso, debemos diferenciar entre esos periodistas que hacen campaña activa para ensuciar la imagen de Trump porque quieren y aquellos otros a los que se impone un determinado tipo de noticias.
-Pero dicen que Hillary ganó el voto popular…
James Nava: Si quitamos los tres millones de votos ilegales (probablemente más) que han ido a Hillary, tenemos que también ha perdido el voto popular. Y muchos de esos votos están en California, lo cual tampoco cambia nada el resultado final, aunque fuesen legales (que no lo son).
Es hilarante que quien proclamaba aceptar los resultados, ahora coja un berrinche y los ponga en entredicho por pura estrategia partidista de cara al futuro. Porque saben que han sido derrotados y bien derrotados en todo el país.