Sobrepoblaciones de animales y humanos
Una de las consecuencias directas de la eliminación de depredadores en los ecosistemas, ocasionada por la caza y la presión humana, es la alteración del equilibrio entre las especies, de modo que se produce una sobrepoblación de determinadas especies, como ciervos, corzos, venados, jabalíes, estorninos, topillos, etc, mientras disminuyen sus depredadores naturales: lobos, zorros, osos, águilas, linces, etc.
Las causas de la sobrepoblación de algunas especies son humanas, y es precisamente a los seres humanos a los que perjudica este fenómeno, provocando accidentes, daños en huertos y cultivos, ruidos indeseados por concentraciones de estorninos, daños en edificios y monumentos, exceso de especies perjudiciales, etc.
La alteración humana de los hábitats naturales está ocasionando la sobrepoblación de algunas especies mientras llevamos a la extinción a otras. Es la prueba evidente de la estupidez humana con respecto a la naturaleza, que hace que ésta se vuelva en contra de nosotros mismos.
Los métodos que se utilizan habitualmente para controlar este fenómeno no logran solucionar el problema, que sigue creciendo y agravándose. Muchos se plantean la necesidad de matar al excedente de animales, sin comprender que el mejor remedio es volver al equilibrio natural propiciando el regreso de los depredadores.
La urbanización del medio natural, un fenómeno que se extiende en todo el mundo con el aumento de la población humana, amenaza gravemente el equilibrio entre especies. Se mire como se mire, la especie de la que hay sobreabundancia es la humana; una verdadera sobrepoblación que pone al planeta al límite de sus recursos y con una presión de degradación evidente.
Es la población humana y sus prácticas invasivas de la naturaleza las que se necesitan controlar de algún modo y cuanto antes, mejor.