Trump y Hollywood
El presidente Trump ha puesto el dedo en la llaga de nuevo en un tema que es vox populi en Estados Unidos y ha recogido el sentir y la opinión de millones de estadounidenses, a saber: la Academia de Hollywood y muchos de sus integrantes han perdido el norte completamente y premian y favorecen películas cada vez peores o que simplemente se posicionan ideológicamente en contra de Trump o el movimiento conservador.
Es una desgracia nacional porque se visibilizan muchas veces películas horrorosas, que no pasarán a la historia ni mucho menos, y que se olvidan al día siguiente o incluso ni siquiera son vistas por el público. Películas que están destinadas más a moldear ideológicamente a los espectadores, que a ofrecer cultura de calidad y obras cinematográficas que aporten buenos valores e historias destinadas a perdurar.
Trump hizo referencia durante sus mítines electorales en Colorado Springs y en Las Vegas al hecho de que Hollywood conceda premios importantes a películas extranjeras en vez de premiar a excelentes películas estadounidenses. Y no le falta razón, sobre todo cuando esas películas dejan muchísimo que desear y las comparas con otras películas estadounidenses realmente buenas.
Es cierto que las palabras de Trump reflejan una realidad evidente: la industria de Hollywood cada vez hace peores películas, apoyadas en las técnicas digitales, pero con interpretaciones y guiones que se quedan escasos de calidad. Aun así, sigue habiendo un puñado de buenas películas que ni siquiera son promocionadas de forma masiva o no son valoradas como deberían ser.
Con su estilo característico de llamar a las cosas por su nombre, Trump se refirió en su crítica de Hollywood y de los Oscar denominando a las películas modernas «basura computarizada». E hizo un llamamiento a hacer grandes películas, tal y como se hacían antes.
El presidente recoge así un sentir general en la sociedad de que se ha perdido el bien cine clásico americano, inmerso en etiquetas ideológicas, efectos especiales e historias poco relevantes.
Por supuesto, todavía se hacen algunas realmente buenas, pero quedan relegadas por el propio Hollywood y por la cadena comercial para primar títulos taquilleros o que se posicionan contra Trump o las ideas conservadoras. Así, películas que aportan calidad y valores, y que reflejan bien la realidad, como “Richard Jewell”, “Unplanned” (No planeado), que llegará a España por fin el 27 de marzo, o “Midway”, quedan fuera del circuito de premios y con poca promoción en los medios, aun cuando tengan un gran éxito de taquilla en Estados Unidos, como es el caso de las tres citadas.
Por no hablar del nulo reconocimiento de películas extraordinarias que se han estrenado en años recientes sin tener apenas cobertura mediática por alejarse de los temas que potencian las elites cinematográficas y mediáticas, tales como: “Gosnell”, “Hostiles”, “Reglas de compromiso”, “Deuda de Honor”, “La balada de Buster Scruggs”, “Bone Tomahawk”, “En busca de la felicidad”, “Little boy”, “Un lugar donde rezar “El arte de vivir bajo la lluvia”, “Le Mans 66”, “Hasta el último hombre”, “50 a 1, “Invencible” (la de Mark Whalberg), “Un equipo legendario”, “American Sniper”, “Música del corazón”, “Una vida en tres días”, “Al encuentro de Mr. Banks”, “Dallas Buyers Club”, “Juno”…
La crítica de Trump a Hollywood es del todo acertada. Además, también expone la hipocresía de aquellos que se manifiestan en su contra con un mensaje de odio realmente atroz, pese a que se autocalifican como defensores de la pluralidad ideológica y la tolerancia. Los medios acostumbran a ventilar las opiniones de aquellos que critican a Trump, pero ocultan o censuran las de los que lo apoyan como James Woods, Jon Voight, Roseanne Barr, Kirstie Alley, Charlie Sheen, Tom Selleck, Sylvester Stallone, Clint Eastwood, Nicole Kidman, James Caan, Chuck Norris, Gary Sinise, David Lynch….
El presidente Trump también está luchando por hacer que el cine americano vuelva a recuperar su grandeza y su clasicismo, su calidad y las raíces que siempre lo caracterizaron como el mejor cine del mundo.