Mujercitas
Nada como disfrutar del cine clásico de Hollywood en la época navideña para recuperar las buenas sensaciones. La propuesta que les hago para estas fechas es una gran película: Mujercitas, de Mervin LeRoy. Les recomiendo esta versión de 1949, que cuenta con June Allyson, Margaret O’Brien, Mary Astor, Janet Leigh y Elizabeth Taylor.
El argumento nos cuenta cómo a Beth, Meg, Jo y Amy, cuatro hermanas de muy diferentes caracteres, les toca vivir el paso de la infancia a la madurez durante la ausencia de su padre por la guerra civil americana y en una difícil situación económica. Los sueños, las dificultades y, por supuesto, el amor, les esperan a lo largo de esta sólida y entretenida adaptación de la famosa novela de Louisa May Alcott.
Es un film que derrocha encanto, humor, momentos entrañables y unas actuaciones espléndidas, realzadas por un vistoso technicolor. Su magia se ha mantenido a través del tiempo y ni siquiera versiones posteriores han podido hacer sombra a esta magnífica versión que presenta el tipo de mujeres fuertes, valientes, decididas, con sólidos valores, y firmeza moral que contribuyeron a construir Estados Unidos.
Las aventuras de las cuatro hermanas dan pie a no pocas risas y llantos en un tono evocador y nostálgico que impregna toda la película y que es una de las claves que le han permitido seguir siendo una de los títulos imprescindibles en la estación navideña.
Título original: Little Women
Título en español: Mujercitas
Director: Mervyn LeRoy
Guión: Victor Heerman, Sarah Y. Mason, Andrew Solt (Novela: Louisa May Alcott)
Música: Adolph Deutsch
Fotografía: Robert H. Planck, Charles Edgar Schoenbaum
Intérpretes: June Allyson, Peter Lawford, Janet Leigh, Margaret O’Brien,Elizabeth Taylor, Mary Astor, Rossano Brazzi, Richard Wyler, Lucile Watson, C. Aubrey Smith, Elizabeth Patterson, Leon Ames
Sinopsis:
Guerra de Secesión (1861-1865). Adaptación de la novela homónima de Louise May Alcott. Mientras su padre está en la guerra, cuatro jóvenes hermanas de caracteres muy diferentes realizan un aprendizaje, a veces doloroso, a veces fascinante, de la vida y del amor. A medida que van creciendo, abandonan, una a una, el hogar familiar para casarse y crear su propia familia. En casa sólo se queda Jo, que quiere ser escritora, y para conseguirlo se traslada a Nueva York, donde, gracias a su tenacidad y esfuerzo logra publicar su primera obra. Además, a pesar de estar convencida de que para ella el tiempo de la felicidad ya ha pasado, en Nueva York encontrará también el amor.