Hay noticias que merecen la máxima atención, pero que apenas ocupan espacio en los grandes medios de comunicación. Hoy les traigo una de ellas, que debe servir para reflexionar, crear conciencia, y cambiar algunos hábitos de vida y conducta.
La Organización de las Naciones Unidas (ONU) ha declarado el 2010 como el Año Internacional de la Biodiversidad; lo hizo con un acto inaugural el pasado el 11 de enero en la ciudad alemana de Berlín.
Con el lema “La biodiversidad es vida. La biodiversidad es nuestra vida”, la ONU trata de despertar una mayor conciencia ecológica en la población mundial, enfocando la atención a la importancia vital de la biodiversidad para la conservación del planeta, así como en la búsqueda de nuevas iniciativas que garanticen un desarrollo sostenible como la mejor forma de conservación de la diversidad biológica del planeta.

La ONU señala la necesidad de organizar acciones de forma local para proteger la naturaleza, al tiempo que recuerda que es imprescindible la movilización internacional para reducir los principales factores que están afectando a la biodiversidad: la desertificación y la destrucción de hábitats naturales y su fragmentación.
Este Año Internacional de la Biodiversidad tendrá varias citas obligadas en distintos lugares del mundo, con objeto de fijar objetivos de reducción de pérdida de biodiversidad. Habrá convenciones y conferencias en Madrid (España), Trondheim (Noruega), Nueva York (EE.UU.), y Dar Es Salaam (Tanzania), entre otros lugares; también se ha inaugurado una exposición los pasados días 21 y 22 de enero en París, en la sede de la UNESCO, en la que participaron especialistas y representantes de las Naciones Unidas.
Pero, sin duda, los eventos más importantes tendrán lugar durante la Asamblea General de la ONU, el 20 de septiembre, y en la Cumbre de la Biodiversidad de Nagoya, que se celebrará del 11 al 29 de octubre, con una jornada de clausura en Kanazawa, y deberá establecer las fases concretas a seguir para combatir la pérdida que se está produciendo de la biodiversidad a nivel mundial.

Algunos de los objetivos que se persiguen son aumentar el número de áreas protegidas y planificar las actividades en sectores como la agricultura o el transporte, de forma que respeten la biodiversidad.
Con estos eventos programados se desea impulsar un cambio de actitud esencial para preservar la biodiversidad para generaciones futuras y mantener unas condiciones de vida óptimas en la actualidad, más saludables y respetuosas con la naturaleza.
Esta semana, del 25 al 29 de enero, la UNESCO acogerá un nuevo acto sobre biodiversidad, que será inaugurado por la directora general de la organización, Irina Bokova, y al que seguirá el estreno de la película, «Océanos», de Jaques Perrin y Jaques Cluzaud.

En Madrid (España) se celebrará la conferencia «Meta y visión post-2010 en materia de biodiversidad». Bajo la presidencia española de la UE, el Ministerio de Medio Ambiente español, en colaboración con la Fundación Biodiversidad, organiza este encuentro en el que se reunirán 48 representantes de Estado y de convenios internacionales.
Esta conferencia servirá para dar el primer paso en la elaboración del borrador de los objetivos europeos en materia de conservación de biodiversidad.
De la necesidad de actuar con celeridad, nos alerta la última actualización de la Lista Roja de Especies Amenazadas, elaborada por la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN), que señala que el 36% de las especies evaluadas está en peligro de extinción y el ritmo de pérdida se ha multiplicado espectacularmente en las últimas décadas.
Y debemos tener en cuenta que la biodiversidad no se trata sólo de animales y plantas, implica también los llamados servicios ecosistémicos, por ejemplo el freno de la desertización mediante bosque, la contención de las inundaciones gracias a los humedales, etc. Se estima que un 60 % de los servicios ecosistémicos se han deteriorado en los últimos 50 años y que más de un tercio de las especies evaluadas están amenazadas de extinción.

Con unos medios de comunicación y una opinión pública perdidos en debates sobre cambios climáticos, se ha dejado de prestar atención al que es un problema aún más serio y mayor: la degradación de los ecosistemas y la pérdida de biodiversidad, que aumenta cada día y afecta directamente a plantas y animales, así como al bienestar y la salud de millones de seres humanos en todo el mundo.
Su recuperación es cada día que pasa más difícil, y se hace necesario un liderazgo real en esta materia.
Recordemos que la biodiversidad es la variedad de seres vivos que habitan el planeta, y hasta la fecha se han identificado más de 1,75 millones de especies.
La biodiversidad mundial está gravemente amenazada, con una pérdida de especies entre 100 y 1.000 veces superior al ritmo normal. Se sabe que las actividades humanas causan esta pérdida, producto del cambio en los usos del suelo, la explotación excesiva, las diversas prácticas insostenibles, la contaminación, el consumismo desaforado, y la introducción de especies invasoras, que provocan la destrucción de hábitats y especies, su fragmentación y un grave deterioro.
Desde WWW se afirma que si continúa la tendencia actual de destrucción de la naturaleza, sólo en Europa se afrontará un gasto de alrededor de 1,1 billones de euros al año en 2050, casi el 4% del PIB de la UE. Si no detenemos la pérdida de biodiversidad causará un gasto elevado alrededor del mundo, lo que se traducirá en menos crecimiento y progreso, y por descontado un medio ambiente cada vez más deteriorado.

Año Internacional de la Diversidad Biológica 2010